Demian, juega con ella, parece que va a besarla, pero no lo hace, solo disfrutar del temor qué tiene Adela en estoy momentos por sentir sus labios, pero él temor es nada más y nada menos a por miedo a no poder frenar esa sensación y emoción, cómo ya le había ocurrido.
Disfruta de rosar sus dulces labios, y tiene que admitir que era algo que había estado esperando desde el minuto uno, luego de haber besado sus labios en la habitación del hotel, qué no había podido dejar de pensar en los suaves que eran, y en lo deliciosa que era su lengua mezclada con la de él.
Adela, siente cada una de sus extensiones temblar, y es en ese pequeño instante, cuando se replantea lo que está haciendo, está dejando que Demian Maloy juegue con su cuerpo a su gusto, la está seduciendo, pero al mismo tiempo se e
