Viendo desde el balcón hacia la piscina, Peter veía a Clement mientras tomaba el sol en la piscina, y lograba contemplar toda la figura de aquella mujer que lo dejaba perplejo, la cual era para Peter, ver a la mismísima diosa afrodita en carne y hueso, le pareció una maravilla lo que deleitaban sus ojos, estuvo así por varios minutos, hasta que Clement se metió al agua y Peter veían de manera muy sensual el recorrido que hacían las gotas de agua por su piel, hasta llegar al piso, !su figura es perfecta, es una diosa lo que ven mis ojos¡ —exclamo Peter—, el panorama estaba lleno de señoritas encantadoras pero solo una llenaba de dicha las pupilas de Peter, era la exuberante belleza de esa mujer, que ahora se había vuelto una especie de deseo carnal para Peter, en su mente recorría la i