Capítulo Once. - ¡MALDITO CRETINO! – vociferó con total frustración mientras escuchaba la carcajada de él perderse en el espacio, dejándola sola y con ganas. - ¡ME LAS VAS A PAGAR SANTINO RIVAS, ME LAS VAS A PAGAR! – grito con toda su furia olvidando el lugar donde se encontraba. Abril respiró hondo un par de veces luego de acomodarse la falda, la camisa y el cabello y luego salió de aquel sitió encontrándose de frente con un empleado de limpieza. Los ojos de ella se abrieron como platos al ver al viejo hombre parada junto a la puerta de emergencia con una escoba y lo primero que se le ocurrió fue negar lo obvio. - Eh, disculpe. – dijo quedándose petrificada ante la mirada curiosa de aquella persona. – no es lo que . . . – pero el tipo la interrumpió. - Se