— ¿Cómo te sientes? Fue un día difícil – dijo Elizabeth dándole un vaso con whisky a la rubia. >> Me quiero morir, así me siento. > Ni siquiera sabe que me hizo un oral que me dejó loca. > Seguramente es Alonzo de nuevo. > Yo también estoy enamorada de un cabrón. > Si pudiera matarlo lo haría. 5 Horas antes… Daba una gran calada a su puro cubano, mientras miraba a su compañero con una sonrisa burlona en el rostro. — No te rías idiota – dijo Nacho. — Así, sí que pareces un auténtico mexicano. — Soy mexicano wey ¿Qué quiere que parezca? – le sonrió – Tú que pintas con todos esos piercings en la cara. Konstantin pocas veces dejaba verse como el criminal que fue. Piercings en la ceja, la nariz, el labio, sus tatuajes a la vista, sus anillos de calavera y dragón. Aún m