Capitulo IV
Olivia
Mis manos temblaban sujetando fuerte el sobre para que no se me cayera, era una sorpresa muy grande conseguirlo en mi escritorio. Me dispuse sin más a leerlo, tratando de conseguir pistas que me dijeran donde se hallaba el joven al que consideraba mi mejor amigo.
Para: Olivia Fields
De: Zaid Harem.
Hola mi hermosa Oli, sé que te debes estar haciendo muchas preguntas en este momento y no tengo el tiempo para responderlas todas, pero si lo hare con algunas. Por ejemplo, ¿Cómo sabía que serias tú la persona que tomaría mi puesto y no Nadir? Esa es sencilla, aunque te parezca increíble mi hermano el perfecto hizo que la empresa en la capital tuviera varias perdidas grandes de dinero por tener la mente en su vida personal, lo se pues nuestro padre me llamaba muchas veces para contarme y me puso más peso del que tenía en que esta empresa creciera rápido. Ese es uno de los tantos motivos por los que me fui sin avisar, no te preocupes pues estoy bien. Prontamente sabrás de mi otra vez, me gustaría que esta carta quedara entre tú y yo. La Sra. Gloria es exasperante, parlanchina y chismosa pero es una buena mujer, no le hagas perder su trabajo,
Con amor
Zaid.
Si antes me estaba confundida, ahora ni yo misma sabia como estaba. No podía creer que Nadir le haya hecho perder dinero a la empresa, muchas situaciones empezar a tener sentido en mi cabeza. Vahar confiaba en mi para recuperar lo que había perdido su hijo, lo que me dejo un poco tranquila fue saber que Zaid estaba bien. Guarde la carta en mi cartera, programe una reunión para conocer a todo el personal y que tuviesen conocimiento de que la jefa había llegado.
A las cinco de la tarde me provoco un postre, un vaso de fresas con crema apareció en mi imaginación a tal punto de saborearlo, el antojo iba a matarme si no salía ya a comprarlo. Recogí mis pertenencias, apague la computadora y cerré la puerta con seguro detrás de mí, Dalila se hallaba sumamente concentrada en su trabajo así que para llamar su atención choque las llaves del auto que me entregaron al medio día, unas contra otras.
¿Para dónde vas? - me interrogó.
Nos vamos -.
Falta una hora para salir - dijo obvia.
No te lo van a descontar, soy tu jefa. ¡Vamos! - sonreí, dejo de refutar y me hizo caso. Las dos nos subimos al temible ascensor esperando que bajara rápido.
Buscamos a Dorian, luego nos dirigimos a la parada que ansiaba, el centro comercial. No veríamos a Aida hasta el fin de semana, pues la universidad es muy estricta con los permisos que se les dan a los estudiantes que viven en el campus. Nadir se había quedado en la empresa, creo que quiere impresionar a su padre después de lo que ocurrió así que solo éramos nosotros tres.
¿Te lo dieron entonces? – curiosee, viéndolo por el retrovisor del auto mientras se montaba.
¡SI! – grito Feliz, haciéndonos reír a su novia y a mí.
Felicidades amor – le dijo Dalila, aun no me acostumbraba del todo verlos besarse pero me ponía muy contenta por ellos.
Qué bueno, amigo te lo mereces – exprese, un golpecito en mi barriga me hizo recordar a donde iba.
Estacione el auto, aun no les informaba que tomaríamos esta pausa antes de llegar al departamento, pero venían tan concentrados que no se dieron cuenta donde estaban. Se bajaron sin reclamar hasta que entraron, me observaron confundidos y no me quedo remedio más que reírme de ellos.
¿Qué hacemos aquí? – pregunto mi amiga.
Quería fresas con crema – respondí levantando los hombros, restándole importancia.
Adelántense ustedes, iré a ver si consigo un baño – nos informó ella.
Camine con él a la feria de comida, las tiendas eran realmente grandes en comparación con las que teníamos en casa puede que sea porque esta era una zona más concurrida turísticamente. En el local de tortas, vendían mis amadas fresas con cremas, las pedí pero Dorian se adelantó y las p**o, después tomamos asiento esperando a Dalila.
¿Un antojo eh? – Dorian sonreía, parece que le recordé a su hija. Sé que la extrañaba, pero en cualquier momento volverían a estar juntos, mi amigo era un buen padre.
Si, son muy fuertes – confesé.
Lo son, empeoraran con cada mes – explico.
Cuanto ánimo me das – le dije jugando, sonrió y la conversación se vio interrumpida con la llegada de la pelirroja.
¿Pueden creer que solo haya un baño en este lugar tan grande? – Se quejó – ¿Ya te lo comiste todo? – dijo viendo mi envase vacío, no me había dado cuenta hasta que ella lo noto – Niña ¿tienes una manada ahí dentro?
Me puse nerviosa por su conclusión, nadie más podía enterarse de que estaba embarazada. El teléfono de Dorian sonó avisando una llamada, haciendo que nuestra atención se centrara en él. Su ceño se frunció al leer el identificador, se alejó de nosotras para contestar por lo que no pudimos escuchar toda la conversación, solo fragmentos de ella.
No madre, ¿Por qué? – Dijo claramente enfadado – Si, sé que te dije que ayudaría pero solo llevo unos días aquí – siguió el – No es mi responsabilidad, es tuya tienes que hacerte cargo de una vez por todas – grito asustándonos, las dos nos quisimos acercar pero desistimos al verlo tan alterado – Haz lo que quieras, chao.
Cuando regreso al lugar donde yacíamos sentadas sus ojos estaban rojos, sudaba y unas arrugas leves se mostraban en su frente, la relación de Dorian con su madre era complicada los meses que estuvimos juntos pero no me imaginaba que siguiera así. El desde muy joven se tuvo que hacer cargo de su hermanita, la Sra. Laura era una mujer muy liberal a la que muy poco le importaba sus hijos, por eso tenían tantos problemas en su relación.
¿Qué sucedió amor? - se atrevió a preguntar Dalila.
Cloe vendrá a vivir conmigo - Nos informó, Cloe era su pequeña hermana que asumía debía tener la edad de Aida - Lo siento Olivia, no te lo he pedido pero te prometo que en la primera renta conseguiré alquilar otro departamento.
No te preocupes amigo, puede quedarse. Aida tendrá que subir con Nadir, todo arreglado - le calme, me daba mucha pena que pasara por eso, mientras yo existiera ellos iban a tener mi apoyo.