Venecia despierta y estaba esposada al la cama del hospital,
¿pero que carajos?, ¿en donde estoy y porque me tiene esposada?,
—¡buenos día señorita!,— dijo el médico, tuvo un golpe muy fuerte en su cabeza,
—¿porque estoy esposada?, ¡esto es ilegal, suéltenme!,
—señorita si no se calma voy a tener que inyectarle un cálmante,
—¿como espera que me calme si estoy secuestrada?,—grito Venecia pataleando y forcejeando sin importar sus esfuerzos era imposible que se libere,
—¡enfermeras!,— grito el doctor y las enfermeras le inyectaron un calmante,
—¡ustedes ya saben que no pueden decir nada!, para las demás personas esta había esta vacía,¿Entendido?,
—si no se preocupe doctor,—respondió una de las enfermeras, pero antes de irse la otra enfermera volteo a ver muy apenada,
—¿porque e
