La Venganza de la Exesposa Curvy con el Gigoló

Capítulo 22 — Necesito respirar

Otra vez le faltaba el aire, ¿era por el beso que Patrick acababa de darle?, sí, en parte, pero la verdad era que, aunque Nicole intentaba simular, a medida que avanzaban la fiesta, ella se sentía cada vez más asfixiada.

Nicole se había sentado en el enorme mesón junto a los ejecutivos, por su puesto que Patrick estaba a su lado y con algo de timidez, Nicole se esforzaba por interactuar con todos.

Patrick la contemplaba, la veía opinar, sonreír ante los chistes y de vez en cuando, él también intervenía en la conversación, opinando.

Pero Patrick seguía notando que por momentos Nicole se tensaba, inspirando profundo y lentamente, como si le costara tomar aire, ¿sería por los nervios?

Para calmarla, Patrick le tomaba la mano o deslizaba el brazo por el espaldar de la silla, acariciando las ondas en el cabello de Nicole con delicadeza, ella volteaba instintivamente hacia él, sonrojada, eso parecía apaciguarla.

En la mesa, casi todos estaban alegres, excepto por Walter, quien simulaba una tétrica sonrisa que se deformaba cada más, cada vez que él veía en dirección a Nicole y su acompañante.

Pero para Tabitha era imposible disimular, pues allí estaba ella, sentada en la misma mesa que su rival y junto a su novio, quien la estuvo ignorando durante toda la noche. Mientras que Nicole, la exesposa de Walter, charlaba y sonreía frente a ellos, con todos dichosos a su alrededor, sobre todo el tal Patrick.

¿Por qué?, ¿por qué de pronto a esa mujer parecía salirle todo bien?, ¿dónde estaba la gorda insegura y llorona?

Unos minutos después, Nicole fue llamada a la tarima.

Con rabia y frustración, Tabitha vio como Patrick le dio un tierno beso a Nicole en la mejilla y como todo un caballero la ayudó a levantarse, para escoltarla hasta el pie de la tarima.

Nicole subió al escenario, las manos le sudaban frío y el cuerpo le temblaba, en general, ella estaba aterrada, pero eso no la iba a detener.

Desde abajo, Patrick le sonreía y le aplaudía, ella intentó concentrarse en él, en su hermosa mirada, en su gesto amable, en su inspiradora sonrisa y así, Nicole comenzó a dar el discurso de lanzamiento que ya había ensayado muchas veces junto a Patrick.

El telón que estaba atrás de ella cayó, una enorme presentación con luces deslumbró a todos, diapositivas, efectos de sonido, los pasantes que ayudaban a Nicole se encargaron de todos lo detalles técnicos.

La presentación terminó, Nicole dio los respectivos agradecimientos, incluyendo a los pasantes, y no pudo dejar atrás un agradecimiento especial para Patrick, su acompañante.

Todos se levantaron para aplaudirle, los ojos de Nicole se cristalizaron, ¡lo había hecho y todo salió bien!, de pronto, alguien invitó al CEO de la empresa al escenario.

Walter se levantó de su asiento, se acomodó el traje y con cierta seriedad se acercó al escenario, tomó un micrófono para saludar a todos y cambiando repentinamente su gesto por uno más amable, le sonrió a Nicole, felicitándola, lo que la dejó a ella impactada.

— Gracias a todos los presentes por brindarnos su apoyo, como todos saben, nuestra empresa siempre se ha esforzado por brindarles lo mejor en tecnología y para eso tenemos el mejor personal a su servicio… Aquí tenemos una muestra de ello, nuestra nueva gerente de Marketing, nuevamente, mi más sinceras felicitaciones.

Walter se acercó a Nicole, ella pareció ver algo en su mirada, porque de inmediato, dio un paso hacia atrás con la respiración agitada y con su rostro cambiando de color.

Walter sonrió satisfecho.

«Le agradeció en público a él y lo besó en público a él… Lo haces a propósito, lo sé, Nicole… ¿Quieres demostrar que no sientes nada por mí? Bien, yo te voy a demostrar lo contrario…» pensó Walter, inclinándose repentinamente frente a Nicole y de pronto, la abrazó frente a todos.

La mitad del público pareció incómoda, pues eso no se vio muy profesional y la otra mitad, se sorprendió con ese gesto, entre ellos, Tabitha y Patrick.

Nicole se quedó tan estática, que ni siquiera movió sus brazos para corresponder al abrazo, pero su respiración se hizo cada vez más rápida y su corazón estaba latiendo acelerado, allí estaba la prueba, Walter lo sabía, aunque ella intentaba demostrar lo contrario, él sabía que Nicole todavía sentía algo por él.

De pronto, un empujón lo abalanzó, haciéndolo trastabillar ligeramente unos pasos hacia atrás, todos miraban atentos, ¿qué estaba sucediendo?, ¿esto era parte del espectáculo?

Walter se quedó muy quieto en ese mismo lugar, mirando a Nicole directamente a los ojos, ella lo observaba ceñuda, ¿simulaba estar enojada?

Era todo una actuación, pues Walter todavía podía ver el efecto que había causado en Nicole con su abrazo, ella seguía respirando agitadamente y su rostro estaba cada vez más sonrojado, él le había aturdido el corazón.

— Disculpen… Eh y gracias a todos por acompañarnos. — Nicole volvió a dirigirse una vez más al público, pero con cierta dificultad.

Patrick se abalanzó al pie del escenario, Nicole no se veía bien y todo era por culpa de ese desgraciado, ¿qué pretendía Walter con ese abrazo?

— Cielo… ¿Estás bien? — Susurró Patrick, apenas ella estuvo a su lado.

— Yo… Patrick, por favor… Necesito aire… — Balbuceó Nicole, sosteniéndose de su brazo.

— Salgamos…

— ¡No! — Nicole recordó a los reporteros. — Un lugar a solas, acompáñame… Al baño… O al cuarto del servicio… Por favor…

— Sí, vamos.

Patrick la sostuvo, Nicole parecía respirar con dificultad, ¿qué rayos estaba pasado?, Patrick estaba cada vez más preocupado, ¿qué le hizo Walter?, o quizás… ¿Esa reacción era por el abrazo de su exesposo?

Luego de caminar por un pasillo, se encontraron con una puerta frente a ellos, era una pequeña oficina administrativa, la cual no estaba muy a la vista del salón y los invitados, Patrick no lo pensó mucho y entró allí con Nicole del brazo, por suerte, estaba vacía.

— Nicole… — Patrick la tomó de frente. — ¿Qué te pasa?

— Yo… Necesito respirar… — Exhaló Nicole, caminando hacia atrás, como si retrocediera, hasta que su trasero chocó con un escritorio. — Me falta aire.

Nicole se llevó las manos a la espalda, parecía intentar alcanzar algo por detrás, pero le estaba costando.

— ¿Qué necesitas respirar? — Patrick le miró todo el cuerpo, confundido. — No entiendo… — Se acercó.

— Patrick… El vestido… Puedes… ¿Puedes soltarlo? — Preguntó Nicole sosteniéndose del escritorio, era claro que estaba tan tensa que no alcanzaba la cremallera del vestido en la espalda.

— Dices… ¿Quieres que te lo quite? — Patrick abrió los ojos de par en par.

— No solo es el vestido…

— ¿Qué?

— Estoy usando una faja… Que no me está dejando respirar bien… Y ya no la puedo soportar más… — Nicole aferró sus manos a la orilla del escritorio con fuerza y bajó su rostro con una expresión de vergüenza.

Entonces Patrick comprendió mejor lo que sucedía.

— ¿Estás bromeando? — Patrick se acercó hasta estar muy pegado al cuerpo de Nicole, de frente, y con mucho cuidado deslizó ambas manos hacia la espalda de Nicole, alcanzando la cremallera del vestido. — ¿Me preguntas que si puedo quitarte el vestido? — Susurró en el oído de Nicole. — Cuando he pasado toda la noche pensando en mil formas diferentes de arrancártelo.

— ¿Qué? — Nicole levantó la vista, sorprendida.

La cremallera del vestido bajó, pero todavía quedaban los múltiples pequeños broches de la faja, el rostro de Nicole se puso completamente rojo, y Patrick supuso que tenía que ser por la falta de aire, así que no había tiempo para más delicadezas.

Patrick tomó la elástica tela de la faja y la estiró ligeramente separándola de la piel de Nicole, así evitaba algún daño, en un momento, con un jalón fuerte y preciso, soltó todos los pequeños broches que la sostenían.

Inmediatamente, Nicole respiró profundo, aliviada, recostando su rostro al pecho de Patrick.

Las respiraciones de ambos estaban agitadas, Nicole por la falta de aire y Patrick, no solo por la fuerza hecha, sino también por la cercanía.

Había algo extraño, Nicole podía escuchar los rápidos latidos del corazón de Patrick, pero, ¿por qué?

Él estaba entre las piernas de Nicole, sus cuerpos pegados, las manos de Patrick todavía sostenían la espalda descubierta de ella.

Nicole levantó el rostro, sintiendo como todo por dentro se le calentaba hasta el punto de derretirla, ¿qué había dicho él?, ¿acaso era una broma?, ¿qué había pasado la noche pensando en formas de arrancarle el vestido?

Ya no solo era el rostro de Nicole el que estaba completamente rojo, sino también sus orejas y cuello, todo el cuerpo le ardía mientras que ella veía como el rostro de Patrick se acercaba lentamente para besarla.

Faltaban escasos milímetros, ambos cerraban los ojos, hasta que un estruendoso grito los hizo voltearse.

— ¿¡QUÉ CAR∆JOS…?! ¡¿QUÉ M!ERDA ESTÁ PASANDO AQUÍ!? — Gritó histérico Walter, sintiendo que no podía respirar.