Capítulo 17 — ¿Qué necesitas?

1364 Words
Era muy tarde, había oscurecido, casi todo el edificio estaba con las luces apagadas, excepto por unas cuantas oficinas, incluyendo la de Nicole. Patrick lo sabía porque de tanto tiempo esperando desde afuera del edificio, él ya había contado los pisos y las ventanas de las oficinas, así que ella seguía trabajando. Nicole le había enviado un mensaje, le había dicho que no pasara por ella, pero él quiso hacerlo, sintió que algo salió mal en el almuerzo y quería arreglarlo, aunque no sabía exactamente lo que era. Luego de muchas horas esperando en la salida de la empresa, Patrick no aguantó más y decidió subir. Nicole seguía con la puerta de la oficina abierta y parecía una hormiguita en su escritorio, tecleaba en la computadora, volteaba hacia unos archivos a un lado, se giraba para revisar otros y volvía hacia la computadora para seguir tecleando. Ella se veía muy cansada, pero allí seguía trabajando, sola, pues había despachado más temprano a los jóvenes que la estaban ayudando, Patrick los había visto salir del edificio a la hora regular de salida de la empresa. Como lo hizo al mediodía, Patrick golpeteo sobre el marco de la puerta, Nicole levantó la vista asustada, obviamente ella no se esperaba encontrarlo allí, menos a esas horas. — Hola… — Saludó Patrick prácticamente en un susurro. — Patrick… — Nicole se levantó de la silla, sintiendo como el corazón se le estremecía y no era solo por la sorpresa. — Parece ser un primer día de trabajo muy duro… — Murmuró Patrick entrando en la oficina con cautela. — Bueno, yo… — Nicole volvió a tirarse sobre la silla, suspirando exhausta. — No tenías por qué venir, te dije que no vinieras a buscarme… — Pero quise hacerlo… Somos un equipo, ¿recuerdas? — Patrick sonrió tenuemente, deteniéndose frente al escritorio. — Lo sé, lo recuerdo… — Contestó Nicole fingiendo una sonrisa. Ella parecía incómoda por la afirmación de Patrick, pues las pocas esperanzas de Nicole estaban echadas por el suelo luego de lo que él le dijo durante el almuerzo. — Pero solo te haré perder el tiempo, Patrick, no puedo irme todavía, tengo mucho trabajo por hacer, lo siento… — Insistió Nicole intentando concentrarse en los papeles que tenía al frente. — Quizás pueda ayudarte en algo… — Sugirió Patrick, rodeando el escritorio, para acercarse a ella. — No es necesario, no creo que… Nicole levantó la vista, cuando Patrick ya estaba a su lado, eso fue un golpe duro a su corazón, tenía que controlarse, pues ella no podía mostrarle lo que estaba sintiendo, sería vergonzoso si él se enterara. — Patrick, esto tomará mucho tiempo, es muy complejo y… — Nicole intentó recuperar la compostura. — Puede sorprenderte todo lo que sé hacer… — La interrumpió Patrick, sonriéndole tenuemente al ver como ella volvía a sonrojarse. «¿Todo lo que sabe hacer? Cielos, este hombre me va a mat∆r», sopesó Nicole levantando la vista para luego suspirar, la verdad era que, era muy difícil controlarse, cuando Patrick era tan atractivo y tentador. — ¿Qué…?, ¿y qué sabes hacer…? — Musitó Nicole nerviosa. — Bueno, digamos que sé un poco de cada cosa, me gusta aprender de todo… En serio, puedo ayudarte… Patrick tomó las manos de Nicole, quitándolas del teclado de la computadora, era obvio que ella no querría la ayuda de él en su trabajo, Patrick lo entendía perfectamente, pues se suponía que él era un gigoló. — Solo dime, ¿qué necesitas…? — Susurró Patrick muy de cerca. Nicole lo miró perpleja con el rostro completamente colorado, era evidente que ella no entendía la situación, ¿cómo iba a saber Nicole que Patrick en realidad era un exitoso CEO, experto en la dirección de varias grandes compañías a su cargo y, por lo tanto, tenía conocimientos en todas las áreas de las mismas? Él estudió en las mejores instituciones, su familia lo guio hacia la excelencia y por eso, él era uno de los mejores en lo que hacía. Pero Patrick no pensaba decirle eso a Nicole, pues se suponía que él pasaba unas simples vacaciones de incógnito y mientras tanto, estaba haciendo el papel de gigoló para ayudar a Nicole. — Vamos, dime, ¿qué necesitas? — Insistió Patrick al no tener respuesta, pues ella parecía haberse quedado paralizada. Nicole no entendía cómo, aun sabiendo que Patrick no gustaba de ella… Y sabiendo que él solo estaba allí por un trato entre ellos… Sabiendo que él solo estaba para cumplir con un papel… Aun sabiendo todo esto, ¿por qué ella no podía evitar sentirse nerviosa con Patrick o sentirse tan impresionada?, sobre todo después de todo lo que pasó durante el almuerzo. ¿Podría ser tan tonta como para enamorarse nuevamente de otro hombre que no la quería? Ella reaccionó ante ese pensamiento, el instinto de pánico ante esa posibilidad la hizo despertar. — Eh, yo… Tengo que crear la propuesta para una campaña de publicidad… — Balbuceó Nicole todavía aturdía con sus pensamientos y la presencia tan cercana de Patrick. — Se… Se supone que el lanzamiento es el sábado. — ¡¿El sábado?!, ¡¿acaso están dementes?! — Preguntó Patrick sorprendido. — Pero tendrías que entregar la propuesta… — En tres días y ya hoy corrió el primero… Así que… — Nicole se encogió de hombros, simulando que no le importaba. — Pero… Apenas hoy estás empezando, es tu primer día de trabajo… — Murmuró Patrick todavía perplejo. — Lo sé… — Nicole suspiró decepcionada. — Tenía que suponer que Walter no me querría aquí… Y que él haría todo lo posible para sacarme… La expresión de tristeza y derrota de Nicole removió todo en Patrick por dentro, él la jaló de las manos, levantándola de la silla y tomó su lugar en el asiento, frente a la pantalla de la computadora. — A ver… Enséñame lo que tienes adelantado. — Pidió Patrick con convicción. — ¿Qué? — Me imagino que no piensas darte por vencida, ¿no? — Patrick arrugó el entrecejo, se veía muy decidido. — Por qué yo no pienso dejarte rendirte. Fue impresionante, Nicole lo veía y todavía no lo podía creer, ¿de qué había trabajado Patrick antes de ser un gigoló?, era todo un misterio que él no quiso confesar, por más que Nicole le insistió, Patrick no soltó ni una pista. Pero ella lo entendía, se suponía que los gigolós mantenían su vida privada muy aparte de su trabajo, así que solo pudo resignarse. En los siguientes dos días, Nicole se encargaba de adelantar todo lo que podía en el día y con los pasantes que la ayudaban, podía ocuparse de organizar las otras pequeñas tareas que le correspondían a su oficina. Pero en las noches, solo se dedicaban Patrick junto a Nicole, nadie los molestaba, nadie los veía y de hecho, ambos descubrieron que trabajar juntos le salía de maravilla e incluso se divertían. Nicole no sabía cómo agradecerle, pues en los dos días que tuvieron de plazo, juntos, crearon una grandiosa propuesta. Algo que Nicole jamás hubiera creído que era posible, pero si, lo fue, lo hicieron, crearon una campaña tenaz, innovadora, divertida y lo mejor, estaba completa, con todo detalle, era mucho más de lo que ella hubiera podido lograr sola. — Ya deberíamos irnos, ¿no tienes que presentar esta propuesta mañana temprano?, y espero que no te vayas a poner nerviosa… — Patrick comenzó a recoger los papeles regados. — ¿Nerviosa?, claro que no, ¿quién rechazaría algo así?, eres un genio Patrick… — Nicole abrazaba una de las carpetas, levantando la vista, esperanzada. Patrick sonrió al verla. — Somos, te recuerdo que lo hicimos juntos y tú me diste grandes ideas… Si te hubieran dado el tiempo que corresponde, apuesto que hubieras hecho algo mucho mejor, hubieras arrasado. — La animó Patrick. — Gracias. — Musitó Nicole, sintiendo el nudo en la garganta por la emoción. — No es nada, es la verdad… Ya vámonos. — Le hizo señas Patrick desde la puerta. Y Nicole se apresuró en alcanzarlo, pues era hora de ir a casa a descansar.
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