No sé en que estaba pensando cuando decidí que sería más fácil sobrellevar la situación en la casa de mis padres que en la de Alessandro. Agradezco que por lo menos tengo a Scott a mi lado tomando mi mano, intentando transmitirme algo de paciencia con ese gesto. Él es un ángel caído del cielo mientras que Ale es uno caído que además es aspirante a demonio. - Una maravilla que hayas conseguido establecerte durante tanto tiempo Alessandro, es adorable su relación – mi madre habla entre bocados dándole miraditas a mis dos amigos. No malas, por el contrario, amigables, pero quizás demasiado. Como ya me ha dicho, le gusta admirar la belleza masculina y ambos tienen mucha de ella. - Sí, Scott me enseñó que el sexo puede ser más placentero si es con alguien que amas – con una sonrisita le d