THE POSSESSION TOXIC

Capítulo 14

Miraba a Bryan con el semblante inexpresivo, no estaba dispuesta a mostrarle ningún tipo de debilidad, aunque esa debilidad estuviera detrás de mi curioso por lo que pasaba a su alrededor. 

- Es bueno tenerte de nuevo en casa, los perros siempre vuelven con sus dueños - negué apoyándome en la pared 

- No volví precisamente, necesito un favor - él sonrió con una pizca de maldad 

- Y ¿necesitas de mi ayuda? - bufé asintiendo 

- Desgraciadamente, si - él sonrió haciendo señas con las manos para que me acercara 

Me le quedé viendo desde mi lugar, su sonrisa ladeada se hacia mas grande cada vez que me negaba a ir con el. 

- Pequeña flor, no vas a venir con el tío - voltee los ojos caminando hasta el 

- ¿Es tu tío? - Jared se pego a mi como santígüela 

- Quédate con Liz -  el negó juntando nuestras manos 

- Si vine contigo, me iré contigo - le aparte la mano de manera brusca 

- Esto no es un juego, haz lo que te digo solo esta vez - lo mire suplicante 

Lo que menos quería es que lo pusieran como el objetivo, trato de sujetar mi mano de nuevo pero me negué esquivando su toque, él frunció el ceño acercándose más a mi. 

- Te dije que no llamarás la atención, y es justamente eso lo que estás haciendo - se cruzó de brazos viéndome fijamente 

- Ya te lo dije, no pienso dejarte sola - voltee los ojos ante su absurdo comentario, hace unos minutos dudaba en bajar conmigo al sótano porque estaba todo muy oscuro, ahora dice que no me dejara sola ¡idiota!

Cuando estaba por voltearme y seguir mi camino choque con el pecho de Bryan, levante la mirada en dirección a el dando un paso atrás, sus ojos estaban fijos en algo o mejor dicho alguien que no era yo, voltee a ver quien era su víctima, y como lo supuse, Jared era su foco principal, el corazón se me aceleró de tan solo verlos combatiendo en un duelo de miradas, por mas que trate de evitar que lo viera fue imposible, a este hombre nunca se le pasaba nada, ni el más mínimo detalle, agarre la mano de Jared empujándolo a donde Liz. 

- ¿Quién es? - su voz carrasposa a mi lado tenía un toque oscuro 

- Nadie - Le hacía señas a Liz para que lo sacara de aquí antes de que lo siguiera viendo 

- Nunca lo había visto ¿Quién lo trajo? - voltee a verlo asustada 

Su mirada seguía cada movimiento que hacia Jared, y el muy idiota, solo lo retaba con la mirada, estaba buscando a que lo guindaran de las bolas en la primera plaza disponible. 

- Me gusta... - me posicione delante de el para atraer su atención 

- Bryan, tenemos cosas que hablar - el me aparto de su camino yendo en dirección a Jared - ¡Bryan! - por más que tratara de atraer su atención no funcionaba 

El era como un niño caprichoso, si le gustaba algo tenía que tenerlo solo para el, podía hasta matar para conseguir lo que quisiera.

- Hola - Jared se fijó en mi presencia detrás de él pidiéndole que guardara silencio 

- ¡Bryan! no tengo tiempo para tus estupideces, me tengo que ir en menos de una hora - el susodicho volteo a verme, ¡por fin! había conseguido atraer su atención 

- ¿A quién le estás huyendo? - mire al piso negando 

- A nadie, solo necesito ayuda con un asunto - este puso la mano en mi cuello atrayéndome a él 

- Tu cara refleja el miedo, lo preguntare de nuevo ¿a quien le huyes? - tragué saliva mirando a Jared 

- A los Kuznetsov - susurre bajando la mirada 

- ¡A mi oficina! - me sobresalte apenas su grito traspaso mis oídos - ¡doblen la vigilancia en las entradas! nadie entra y nadie sale - me pase una mano por la cara frustrada 

- Tranquilizate, aún no saben que estoy aquí - lo detuve del brazo apenas vi como estaba armando una escena innecesaria 

- ¡No vas a salir de esta casa! - sonreí de manera sarcástica 

- ¿Quien me lo va a impedir? ¿tu? - le palmeé la espalda caminando a las escaleras 

Un jalón fuertes en mi brazo impidió que diera el primer paso a las escaleras, me voltee lanzando una patada lateral pero fue más rápido, bloqueo mi golpe sosteniendo mi pierna con fuerza, por más que tratará de zafarme de su agarre me triplicaba en fuerza, estaba por luchar con lo puños, pero de un ágil movimiento me subió sobre su hombro llevándome al final de la habitación en donde se encontraba su oficina, apenas ingresamos cerró la puerta detrás de él, le pataleaba para que me soltara pero era inútil. 

- ¡sueltame imbecil! ¿crees que soy una muñeca o que? - lo empuje yendo a la puerta, no cedía ya que tenía el seguro

Me voltee a verlo, agitando las llaves en sus manos mientras me sonreía. 

- ¿Buscas esto? - camine hasta él echa una furia 

- No tengo tiempo para tus juegos, necesito irme - su sonrisa se esfumó apenas le mencione que me iría 

- ¡No vas a salir de esta casa! ¿sabes quienes son las personas que te están persiguiendo? - pasaba las manos por i cabello jalando de él

- ¡Lo se! ¿crees que no lo se? ¡no fuera venido si no fuera así! - se acercó a mí de manera peligrosa 

- ¿Qué fue lo que hiciste? - pase las manos por mi cabello viendo las paredes de color gris plomo 

- Estoy por hacer mejor dicho... - me agarro de los hombros agitando mi cuerpo 

- ¿Crees que esto es un juego? ¿te divierte? - aparte sus manos de mis bruscamente 

- Claro que no, solo... - suspire juntando mis manos - necesito... 

- ¿ Quieres morir como tu madre? ¿es eso? por que si es así, yo mismo te puedo meter un tiro - lo mire fijamente conteniéndome los insultos que pasaban por mi mente 

- No hables haci de mi madre - apreté los dientes conteniendo la ira que estaba surgiendo de mi 

- Helena fue una idiota, penso que tenia el mundo a sus pies y ¿donde termino cayendo? ¿cómo fue que acabó ella? - las palabras se quedaron atrapadas en mi boca - ¡esa maldita familia acabó con ella! - me senté cerrando los ojos mientras procesaba todos los recuerdos de mi mente - ¡no saldrás de aquí! 

- Bryan, necesito que me ayudes, ¡no que me tengas en cautiverio! - el me miro preocupado por todo lo que sabía que me iba a  suceder

- No saldrás, eres lo único que me queda de Helena, no te dejaré salir, ¡no te dejare morir! - me levanté caminando con cuidado hacia el  

- Esto no es cuestión de que me dejes morir, es cuestión de que pensemos las cosas como los estrategas que somos - el negó acercándose a mi 

- Lo siento, pero haremos las cosas a mi modo esta vez - sentí un pinchazo en mi cuello

Lo mire mientras tocaba la zona afectada, ¿pero que mierda? ¡el hijo de puta me acaba de inyectar algo! 

- ¿Qué me hiciste? - la cabeza me da vueltas, trato de sostenerme de algo pero se me es difícil - Bryan ¿Qué me hiciste? me siento realmente mal - mis piernas pierden fuerzas y caiga de rodillas al piso 

La vista se me pone borrosa y me cuesta respirar, siento el pecho comprimido, empiezo a transpirar y casi no puedo mantener el equilibrio. 

- Eres un idiota... - caigo de golpe al piso y todo se vuelve n***o 

(*****)

- ¡Emma! - volteo cuando oigo la voz que me llama con desesperación - ¡corre! - me quedo paralizada cuando veo el panorama 

Estoy en una habitación con las paredes mohosas y la  charcos de sangre, miro mi cuerpo y estoy sucia, mis manos tienen ¿sangre? ¿qué es esto? ¿donde estoy? hay un espejo en una esquina de la pared, me acerco a él y me caigo de bruces al piso, mi reflejo me deja pasmada, soy yo... pero de niña, me levanto tocándome la cara, ¿pero que mierda..? ¿es un sueño? pero todo se siente muy real. 

Me alejó y caminó por la habitación explorando todo, hay una puerta abierta, salgo por ella viendo el pasillo que me eriza la piel por lo oscuro que está, la luz de la lámpara de techo titila a cada nada, amenazando con apagarse de manera definitiva. Termino de salir de aquella habitación caminando por el pasillo, esto realmente huele mal, es como si algo se fuera descompuesto, miro a mi alrededor buscando de donde proviene el olor. 

Veo tres puerta, me atrevo a abrir la primera fijandome en que está cerrada con llave, intentó con la segunda y es el mismo resultado. De repente mi cuerpo me da una alerta de peligro, miro a todos lados sintiendo un escalofrió recorriendo mi espalda, realmente estoy muy asustada, respiro de forma acelerada cuando siento una presencia siniestra en el pasillo, miro a los dos lados del pasillo y no veo nada más que el vacío, la luz empieza a apagarse y a encenderse, me apresuro a abrir la tercera puerta, a diferencia de las otras esta cede, apenas ingreso me invaden las ganas de vomitar el olor aqui es mas fuerte, pongo la mano en mi boca para evitar expulsar el vomitó, las arcadas me invaden y trato de controlarlas. 

Apenas levantó la vista a la habitación me asusto, hay tres personas muertas frente a mí, trato de salir huyendo pero la puerta está cerrada, forcejeo con ella intentando que ceda pero no da resultado, me desespero, la pateó y evitó mirar hacia atrás, cuando logró abrirla caigo al piso, me levanto sacudiendome las rodillas preparandome para salir corriendo de este lugar. 

- ¡Aqui estas pequeña zorra! - levantó la vista fijandola en la persona que tengo en frente 

Un hombre que da miedo, no solo por lo alto que es si no por que su cara está desfigurada, trata de agarrarme y me aparto retrocediendo hasta que mi espalda choca con la pared, estoy temblando tanto que no que es lo que me sucede. 

- Te llevaré conmigo - niego gritando cuando logra alzarse en brazos 

"¡Emma!"

Esa voz, la conozco pero ¿de quién es esa voz? miro a todos lados y no veo a nadie, solo a el hombre que me lleva con el. 

"Emma ¡despierta!"

(****)

Me levanto aterrada y sudada, miro a todos lados buscando en dónde estoy, se me hace familiar el lugar pero aun asi no logro ubicarme, me trato de levantar de la cama y una presión en mi mano izquierda me impide la acción, me fijo en mi muñeca y un aro de metal me tiene atada a la cabecera de la cama. ¿Estoy esposada? jalo de las esposas y efectivamente estoy esposada a la cama, me desespero, ¿y si no fue solo un sueño y estoy secuestrada? miro a mi alrededor y logro ver fotos de lo que era mi familia, ¿estoy en mi antigua casa? el ventanal abierto deja que la brisa helada se cuele, las cortinas se mueven con el viento y el cielo oscuro le da un toque más tétrico. 

¡Estoy en el castillo Maldito!

¡Tengo que salir de aquí! por mas que intento forzar las esposas no ceden, tiene que haber algo cerca con las que pueda violar la cerradura y logre ceder... ¿pero que puede ser? miro a mi alrededor y no encuentro nada, solo hay una mesa de noche a un lado de la cama, una vela que alumbra la habitación, abro las gavetas y solo encuentro objetos poco útiles sigo revisando y halló hilos y ¡Bingo! tengo una aguja. la tomó con sumo cuidado de perderla y empiezo a darle a la diminuta cerradura de las esposas con ella, escucho es "tack" de cuando cede y mi emoción me abarca tanto que me cuenta esconderla. 

Saco mi mano sobandolas, fijó la vista en la marca que me dejo ¡Malditos! ya verán cuando salga, ¡los voy a matar a todos!  me levanto con cuidado de que la cama suene, camino con cautela abriendo la puerta cuidando de que esta suene, asomo mi cabeza cuidando de no ser vista, definitivamente estoy en el castillo maldito, hago memoria de como llegue aqui y los recuerdo pasan como flashback ¡el hijo de puta de Bryan me drogo! me escabullo por el pasillo que da paso a las escaleras y las bajo con cautela, no quiero ser descubierta, hay algo de bullicio en la cocina, me escondo detrás de un mueble apenas veo que alguien se acerca. 

Esto es el colmo despues de vieja aun tengo que esconderme para huir de las locuras de Bryan, gruñó frustrada gateando hasta la puerta, la abro cuidando que esta no suene, la cierro de igual manera, apenas me levanto la cara sonriente de Jared me ve desde el capó de su auto soltando el humo del cigarro. 

- Me estaba preguntando cuánto más tardaría la increíble Teniente en liberarse de unas esposas comunes - le volteó los ojos acercándome a él 

- ¿Y Liz? - me señala la estada principal donde se encuentra Liz forzando la cerradura - ¿Tenían todo esto planeado? - asiente sonriente 

- Solo estabamos esperando a que la bella durmiente se despertara - asentí manteniéndome oculta de los puntos ciegos de la cámara 

Conocía esta cada de memoria, me escape tantas veces de ella que podría decir que me se hasta la forma de cada árbol, me quedé bajo la sombra de un frondoso árbol, las penumbras siempre habian sido mi lugar favorito y más teniendo en cuenta la clase de vida que llevo. 

- ¿Quieres uno? ayuda con la ansiedad y los nervios - Jared me tendió un cigarro sin dejar de sonreír 

- Idiota - susurre tomándolo, para que el lo encendiera por mi 

- Tenemos que salir en menos de 10 minutos, ya droga no los dopara de todo - fruncí el ceño sin entender a qué se refería 

- ¿Algo grave que tenga que saber? - negó tomándome de la muñeca guiándome al auto para que ingresara, su cuerpo me mantenía detrás de él ocultandome del enfoque de las cámaras y los sistemas de seguridad 

- ¡Es hora de irnos! - Liz se subió en la parte de atrás indicándole a Jared que apresure el paso 

Me voltee para despedir la casa que había sido mi hogar por más de 12 años, no negaba que estaba mejor lejos de ella, pero tenía lindos recuerdos que reconfortaba mi corazón cuando me sentia vacia, ahi estaba la mayoria de mis recuerdos, incluyendo las pruebas de que ciertas personas si existieron y formaron parte de mi vida marcandome el alma con su partida. 

- ¿Que hicieron? - ambos se vieron la cara prefiriendo callar - ¿Ninguno piensa darme respuestas? - Liz me daba la ignorada del siglo, como si las preguntas no fueran con ella - Liz... - evitó el contacto visual fijándose en el panorama que había afuera del auto 

- Pondré algo de música, los sabios dicen a amansan a las fieras - me crucé de brazos molesta por ser una ignorante ante lo que había sucedido en el castillo 

Los minutos pasaban y la curiosidad me estaba comiendo las neuronas, cualquiera no sale ileso del castillo como lo hicimos nosotros, lo que me pone en duda ante tantas incógnitas de lo que pudieron hacer, y más con Liz como cabecilla, era de crear planes descabellados y suicidas con tal de divertirse un poco, no tiene temor a la muerte y mucho menos el peligro, es impulsiva y demandante, podría jurar que fue ella la del plan de escapar, de seguro se cargó a más de 10 muertos para poder salir airosa como lo hizo ella junto a nosotros. 

Ya tenía muchos problemas encima como para sumarle ahora el de el ejercito de sangre persiguiéndome para ponerme bajo cautiverio, lo más seguro era que Bryan me montara casería para tenerme bajo su custodia, encerrandome como en años pasados. Estoy viva gracias a él, pero aun asi no dejare que me vuelva a encerrar como a rapunzel por temor de que me pase lo mismo que le paso a Helena. 

La diferencia entre ella y yo era muy grande, ella sufría de demencia a causa de los traumas vividos en su niñez, las pocas veces que se le veía cuerda estaba dopada hasta la médula por el consumo de medicamentos que le recetaba el psiquiatra, no me quejo nunca fue una mala madre, era atenta, cariñosa y divertida, pero eso no le quita que su equivocación nos costó la vida a mi mellizo y a mi. 

Tal vez en un futuro lejano deje el odio que le guardo en mi corazón y la vea diferente a como la veo ahora, como la perra que vendió a sus hijos y destruyó a su familia por protección después de que mató a la esposa de su amante, amante que ahora es el papá de la perra de S o mejor dicho Natacha Kuznetsov. Perdí a muchas personas por sus malas decisiones, sufrir física y mentalmente por su culpa, no la pienso perdonar hasta que no esté lista. 

-¿Estas bien? - me sobresalto cuando la mano de Jared sa leves caricias en mi rodilla - estas pálida, creo que el sedante te hizo daño ¿Podemos parar en un hospital antes de emprender hacia el...? - lo silencie poniendo las manos sobre las suyas 

- Estoy bien, se necesita más que un simple sedante para acabar conmigo - este alternaba la vista en el camino y en mi para comprobar si estaba mintiendo 

- Sigo insistiendo que deberías ir a ver un doctor - Liz lo miro negando mientras cargaba su armamento 

- Tranquilo - acerque sus manos a mis labios besando el dorso de estas 

Se sorprendió tanto que detuvo el auto de golpe, si no fuera porque metí las manos como apoyo para evitar el impacto, ya me fuera salido volando por el parabrisas, el corazon lo tenia tan acelerado que las manos me empezaron a temblar por temor a morir tan joven, lo miré anonadada, de verdad vi mi vida pasar por mi ojos. 

- ¿Pero eres idiota o se te safo un tornillo? ¡casi nos matas imbécil! - creo que Liz estaba tan alterada como yo 

- Lo siento es que... - me miraba la cara comprobando si estaba bien 

- Necesito aire, o si no sufrire un paro cardiaco - me salí del auto estrellando la puerta 

No se que era más peligroso, que casi muero en manos de mi amante o que me vieran desprevenida a mitad de la carretera y me clavaran un tiro, creo que la primera era peor. 

- ¿Estas bien? ¿te duele algo? - Jared se salió del auto azotando la puerta, me tomó de la cara detallando si me había hecho un rasguño o si me quejaba de algo - Lo siento - pego su frente de la mía - no fue mi intensión asustarte como lo acabo de hacer - no se si era su fragancia o el susto que acabo de pasar, pero tenia descargas de adrenalina indescriptibles en mi sistema nervioso 

Sin pensarlo mucho lo acerque a mi besando sus labios, necesitaba sentir su calor en mi piel, tener algo de fricción que me garantizara que lo que habíamos tenido no fue una ilusión, si no que fue real todo lo que me está haciendo sentir, me sujetó de los muslos alzandome en el aire mientras me comía la boca, estábamos tan urgidos en el beso que siento que podía saborear cada fragmento de su boca incluso me estaba grabando su sabor en mis pupilas gustativas, menta y nicotina, la adicción que necesitaba. 

Metió una mano debajo de mi camisa apretándome un seno aumentando la humedad de mis bragas, me restregue sobre él para que sintiera lo urgida que estaba por sentirlo dentro de mi. 

- Disculpen que lo interrumpa ¡pero les recuerdo que estaba huyendo de Bryan y del ejército de sangre! - me baje de el calmando mi respiración acelerada a causa de la fogosidad del beso 

- Lo sentimos - se volteo hacia Liz sonriéndole 

- Tus disculpas me las paso por donde no me da el sol, ¡Muevan su culo! - asentimos caminando de nuevo al auto 

Abrí la puerta del copiloto sintiendo aun sus besos sobre mis labios, sonreí negando. 

Abrir por completo la puerta para ingresar al auto, un roce brillante paso cerca de mi mano alertándome, me voltee viendo de donde provenía, pero la lluvia de tiros no se hizo esperar. Sentí que me jalaron al auto sacándome de mis ensoñaciones ¿Cuando mierda apareció esta gente? ¿Como se supone que nos encontraron? me agache en el asiento apenas las balas perforaron el auto agujerando el vidrio, si antes temía por mi vida ahora lo hago mas que nunca, se me escapa un grito cuando siento que la bala casi me roza la cara, si no fuera por Jared que me jalo hacia el, ya estuviera muerta. Jared logra acelerar el auto, llevándose a más de uno por medio, Liz se salió por el tragaluz del techo para poder dispararles de manera más certera, las piernas me temblaban al igual que el cuerpo, varios autos nos seguían, chocaban sus autos con el nuestro empujandonos a las orillas del precipicio. 

Me asomé viendo la altura por la que caeríamos si Jared no se ingeniaba una maniebro lo antes posible, eras más de 20 metros de terreno rocoso que terminaba en medio de mar abierto con rompeolas que de seguro si la caída no nos mata, lo hará la corriente del mar junto con el filo de las piedras.

Abrir la guantera en busca de un arma, pero solo encontre explosivos y cargadores, un fuerte empotron hizo que el auto se desestabilizará, causando que este se diera un giro peligroso resbalándose en el asfalto dejando la tropa de este fuera de la carretera. Reprimí el grito de miedo, aprovechando los segundos en los que el auto seguía girando para tomar yo el control de la situación. 

- cuando te diga que aceleres lo haces - Jared asintió mientras sacaba la mano para disparar en contra de nuestros verdugos, mire detrás de mí como estaban rodeando el auto con arma en mano, si salía de esta iría a la iglesia a redimirme por todos mis pecados, empezando por los lujuriosos, sujete a Liz jalando de ella hacia dentro del auto - ¡Ahora! - jale el volante de un lado casi con medio auto afuera para salir del embotellamiento de autos opresores, Jared no quitaba el pie del acelerador y yo maniobraba con el volante evitando caer por el risco - ¡Liz Ahora! - ella entendía a lo que me referia cuando se volvio a salir por el tragaluz lanzando los explosivos limpiandonos el camino - tenemos una brecha de 5 minutos, no sueltes el acelerador, tomaremos el camino alternativo - me senté en las piernas de Jared conduciendo yo el auto, no me dejaría joder en mi propio territorio, antes muerta que humillada en mi propio juego. 

- Creo que nos seguían desde que salimos del castillos - no podía parar de mirar por el espejo retrovisor ¡esto es una mierda! - ¡casi nos matan! - Liz estaba entrando en pánico, podía ver como se estaba hiperventilando, no podía socorrerla, estaba demasiado concentrada viendo por el retrovisor y tratando de que una de las piedras del camino inclinado no espichara una llanta 

Podía sentir los latidos acelerados de Jared y su respiración en mi nuca, sus manos en mi cintura estaban heladas, supongo que el susto lo dejó mudo porque no a hablado en todo el camino. Y es algo que agradezco, no tengo cabeza para centrarla en otra cosa que no sea ponernos a salvo. 

El sol ya se estaba poniendo, podía ver la luz reflejarse entre el oscuro del cielo dándole un toque naranja, rebusque en la guantera algo para cubrirme de los primeros rayos de la mañana que entorpecían mi vista. Bufé resignada cuando no encontré nada, aparte la mano de la guantera para ponerla en el volante, estaba tan agotada que sentía que el cuerpo me pesaba una tonelada. 

- ¿Falta mucho? - voltee a ver a Liz que se había pasado al puesto de copiloto 

- Unos 10 kilómetros, ya casi llegamos - asintió recostando la cabeza del asiento cerrando los ojos 

- Deberías descansar, puedo seguir yo, el GPS me indicara el camino - megue cuando Jared colocó sus manos sobre las mías para que soltara el volante 

- Estoy bien, no hay tiempo para andar de turistas, cuando tenemos la guillotina en la cabeza - Asintió resignado a que accedería en cualquier momento 

Ya nos conocíamos lo suficiente para saber cual seria la respuesta del otro en situaciones similares, a mi me ganaba el ego y al es la terquedad. 

- ¿Lograron identificar a los atacantes? - Jared negó mientras Liz se quedaba pensativa

- Creo que eran los Kuznetsov, podría jurar que ese asentó ruso no  pasa desapercibido - asenti evaluando la situación 

Si nos estaban siguiendo eso quiere decir que ya saben que tenemos a Natacha en cautiverio, eso implica el inicio de una guerra entre clases, aunque aún tenga varios haz bajo la manga no los pienso sacar a la luz hasta que no sea el momento adecuado. 

- ¡Gracias a Dios llegamos! - fije mas la vista en la carretera entrecerrando los ojos a causa de a luz solar, comprobando que ya habíamos llegados a nuestro punto de encuentro con el escuadrón

- Pensé que moriría sin ver esa cara de nuevo - sonreí apenas vi a A haciéndonos señas para que los viéramos  

- Ni que lo digas, casi me dan tres infartos en un día - Pobre hombre, no ha recorrido ni la mitad del camino que hemos recorrido Liz y yo 

- Eres un bebito - Liz lo abucheo burlándose de el 

Detuve el auto apenas estuve a menos de 7 metros de la avioneta, me baje dejando a esos dios discutiendo en el auto. 

Me acerque a A, esperando que me tuviera noticias buenas y no me terminará de joder el día con más problemas que enredaron mi cabeza. 

- ¿Todo está listo? - asintió tendiéndome una carpeta 

- Lo que me pediste, ahí tienes toda la información que necesitas, yo mismo me encargue de verificar que su contenido fuera auténtico - asentí hojeando el contenido de la carpeta 

- Gracias me haré cargo desde aquí - asintió desviando la mirada al alboroto que teníamos atrás 

- Creo que se están matando - voltee a ver a Liz patearlo con la bota 

- Déjalos, esos dos con tal para cual - el asintió ignorando a los trogloditas 

- Estas sangrando - su susurro atrajo mi atención, mire donde me señalaba y entendí a qué se refería 

El brazo izquierdo me estaba goteando un liquido carmesí espeso, me quite la chaqueta buscando de dónde provenía, A me jalo hacia el mirando mi brazo haciendo presión en el para parar el sangrado. 

- Tenemos que coserte - asenti yendo con él al interior del avión 

Lo que más me gustaba de A era que no perdía la calma a pesar de la gravedad del asunto, tenía el chip del soldado que no se dejaba influenciar por los sentimientos, ni por las emociones, me senté en el sofá esperando a que él fuera por la caja de primeros auxilios en el baño, esperaba que esos dos se quedarán afuera, no quiera liderar con el desespero de Liz y el alboroto de Jared solo por un roce, pero ¿cuánto tiempo llevaba sangrando que no sentí nada? me recoste del respaldar cerrando los ojos. 

- ¿Estas bien? - asinti centrando mi atención en lo que estaba haciendo - ¿porque estás herida? - me encogí de hombros 

- Tuvimos un enfrentamiento, aún no comprobamos quienes fueron los atacantes, pero Liz asegura que fue de parte de los Kuznetsov - el solo se limitó a asentir mientras me cocia sin ningun tipo de anestecia 

No me molestaba estaba acostumbrada al dolor, la herida no era muy profunda, y la destreza de A con las agujas era demasiado buena para ser un espía sin conocimiento medicos. 

- Bryan me llamo - me quedé sin habla esperando a que el continuara - dijo que no estabas segura, y que lo mejor seria que te quedaras un tiempo bajo el cuidado del ejercito de sangre - suspire cansada de lo mismo - le negué la petición, no dejare que te encierren como si fueras una taza de té, se que puedes con esto, confió en ti - le sonreí asintiendo - no te pienso dejar sola, tienes el apoyo del escuadrón, si cae uno caemos todos, eres el pilar, la reina abeja, estamos para cubrirte la espalda - las lágrimas amenazaban con salir victoriosas

Por cosas como estas era que seguí en pie, a pesar de ser una persona horrible, sabía que contaba con el apoyo y la fe inquebrantable de mi equipo.