—¿Puedo saber con quién estuviste el fin de semana? — Chase tenía a su hija en su oficina, en cuanto le dijeron que había llegado su hija, como había mandado a pedir, la había mandado a llamar. —Papá tengo mucho trabajo. —Kae, princesa, te he hecho una pregunta. —¿Y a qué viene esa pregunta? —Siempre que no llegabas a dormir tu avisabas, pero esta vez no fue así, sé que estabas con vida por tus estados, pero cariño no puedes hacer eso, menos después de lo que te pasó — Kaelyn pensaba responder cuando la puerta se abrió de golpe. —¡Oh!, lo siento, no estaba tu secretaria y pensé que estabas solo — Andrew miró a Chase, para luego mirar a Kae, la hermosa pelinegra que le había calentado la cama todo el fin de semana y a la que le había hecho el amor hacia menos dos horas, Chase vio