Cuando Andrew y Kae terminaron de empacar las cosas personales de él, la subieron a presidencia, ambos trabajaron en equipo y para qué negarlo, los besos y las sonrisas estaban incluidos, esos dos se sentían sumamente atraídos uno del otro. Pasaron todo el día trabajando, casi terminado la hora de trabajo, ella salió archivar unos documentos, mientras que Andrew, se debía si ir o no hablar con su padre, para saber qué había pasado con Alba, no podía evitar sentirse mal por ella, odiaba hacer sentir mal a una mujer y peor aún, odiaba hacerlas llorar, pero él no podía darle lo que ella quería, nunca le importó como mujer, por más guapa que fuera había algo en ella que lo inquietaba, suspiró frustrado, y recorrió su oficina, volvía hacer el presidente de la empresa, volvía a estar a cargo,