Bárbara Úrsula Medina De seguro hoy viene Cristóbal, en estos días no se aparecido por aquí y se lo agradezco. Tener todos los días su presencia es un poco intimidante y a la vez incómodo y ni hablar de lo nerviosa que me pongo con sólo mirarlo. --Barby, el señor Daniel está aquí-me informa-. ¿Lo dejo pasar?-me pregunta. --Claro, Rosa-digo-. Hazlo pasar, pero necesito un favor cuando venga el señor Manckenzie me avisas, ok-expresé. --Está bien-responde. Mi novio pasa a mi oficina, me encamino a él, le doy un beso en los labios y un abrazo. --¿Cómo te fue mi amor?-le pregunto todavía en el abrazo. --Bien, cariño-murmuró. Voy hacia la silla detrás de mi escritorio y me acomodo en ella, observando que él está un poco impaciente y no me mira a los ojos. --¿Te pasa algo?-pregunto preoc