—¿Qué pasa? ¿No me dirás quién es Ares?... Mi amor...—Le pregunta con sarcasmo el hombre, a la mujer que está tan pálida por la impresión que se desmaya. Joseph les pide a los hombres que Ares puso a su servicio que se queden vigilando el edificio mientras él, carga a su esposa, y la lleva a su nuevo apartamento con todo y maletas. La recuesta en el sofá y va a la cocina por un vaso de agua que le tira a la cara, haciéndola reaccionar de golpe con una sensación de ahogamiento. Vanesa que observa al hombre que está mirándola desde arriba, se levanta de inmediato asustada y se arrincona en el sofá. —¿C-cómo es q-qué tú?… ¿Aquí?… ¿Cómo es posible? —¿Qué mi amor? Es que tu tartamudez me confunde un poco… ¿Qué quieres saber? ¿Que cómo es que estoy aquí y no preso pudriéndome en una cárc