- Me disculpan, pero me llevaré a esta hermosa mujer. – dijo el señor X muy educado. Tomó su mano y empezaron a caminar, esta vez sus manos estaban cálidas y no frías como las anteriores veces. Dos hombres con máscaras negras, quienes lo aconpalaban, los escoltaron.
Santiago tenía una mirada totalmente fría, desafiante y molesta. Todas sus expresiones fueron notables, pero trató de disimularlo al tomar un trago de una de las bandejas que sostenían los meseros.
- La señora Smith, no pierde tiempo. – dijo Julia sin perderla de vista. – primero el doctor, ahora este ícono. Me pregunto como habrá hecho para que se fijara en ella. - miró a Santiago y le dijo. - Esto facilitaría el divorcio, deberías de iniciar con los trámites en cuanto antes. - él no dijo nada al respecto y empezó a camina
