CAPÍTULO TRECE Caleb salió de su casa, se veía lívido. No podía creer lo que estaba ocurriendo con su familia y lo rápido que todo había cambiado. Caitlin, que había sido un pilar en su vida desde que la había conocido, estaba teniendo una crisis nerviosa. Nunca la había visto así. Solo hablaba de vampiros y de cosas sobrenaturales sin ningún sentido, y creía que su propia hija se estaba convirtiendo en un vampiro. Era ridículo. Había creído que era sólo el estrés por la enfermedad de Scarlet, y que todo terminaría y ella volvería a la normalidad. Pero Caitlin parecía estar empeorando. No dejaba de obsesionarse con todo eso, se la pasaba hablando de vampiros, y había llevado a Scarlet a la iglesia. Ahora hablaba sobre el sacerdote, y algo acerca de unas ventanas rotas. Era una locura. Ha