Ashley despertó y lo primero que hizo fue cambiarse y empacar su ropa. Dejó toda la ropa que Alexis le había obsequiado, también esas joyas, no las quería. Quitó el enorme armario y salió con su maleta, estaba decidida a marcharse. Le daría una disculpa a sus padres y al mismo tiempo les pediría dinero para pagarle a Alexis. Estaba segura de que ellos la iban a apoyar, claro que eso le iba acostar dejar sus sueños de ser diseñadora gráfica y dedicarse por completo a la empresa de la familia. Llegó a la sala y no lo vio por ningún lado, en su lugar, estaba Ana sirviendo el desayuno. - ¿Y el señor? – preguntó Ashley muy seria. - Esta en el despacho – dijo Ana observando las maletas, algo que le sorprendió – señorita ¿piensa irse algún lado? - Así es Ana, me marcho de aquí. - Tal vez,