Ashley fue atendida de forma rápida. Cristian dio su apellido y el personal médico sin dudarlo los dejaron pasar, tenían mucha influencia en esa clínica. Además, él donaba una cantidad de dinero anualmente.
-Quítate la camisa – dijo la doctora, mientras tomaba sus herramientas para examinarla.
Ashley obedeció y empezó a desbotonar la camisa que llevaba puesta, era una blanca con mangas largas. Cristian estaba dentro de la habitación, algo incomodo, fijó su vista en otro lado, pero cuando volvió a verla, se dio cuenta del enorme tatuaje que cargaba ella sobre su pecho.
La doctora vio el enorme moretón en la costilla derecha, vio a Ashley y le dijo.
-Tus costillas están rotas, pero para estar más segura, te haré unas radiografías de inmediato ¿Cómo es que te hiciste esto?
-Caí en el baño mientras me bañaba – mintió, no podía decirle que fue en una pelea clandestina, eso no tenía que saberlo.
-De acuerdo, deberías de tener más cuidado la próxima vez – respondió la doctora mientras emitía una orden para la radiografía.
-Lo tendré.
20 minutos pasaron y en efecto, Ashley tenía 2 costillas rotas. La doctora vendó el torso de la muchacha y le dio medicamentos para que el dolor cediera y se curara de manera rápida, también le mandó a guardar reposo absoluto.
Cristian pagó los medicamentos, la atención a Ashley y se marcharon. Ya en el coche le dijo.
-Hoy no irás a trabajar. Tómate el día libre, podrás entrar el lunes, yo hablaré con Alexis, no te preocupes.
-De acuerdo – dijo ella con su mirada fija a la carretera, pensaba en su primer día de trabajo que había sido un fracaso y ahora le debía dinero a Cristian.
-Otra cosa, debes cubrirte el tatuaje, mi amigo no los tolera.
-¿Es enserio? – dijo ella regresándolo a ver - ¿por qué? ¿A caso es un anciano que vive la edad de piedra?
-Es una larga historia. - respondió Cristian con una sonrisa. No podía contarle del pasado de Alexis, un pasado que marcó a su amigo y del cual no tenía recuerdos.
-Genial – dijo ella con ironía.
Cristian notó la molestia de Ashley, volviendo a sonriendo le dijo.
-No te enfades, sólo trata que él no lo vea y mantendrás tu puesto en la compañía. Además, mi oferta continua en pie.
-Gracias por ello, pero trataré de que no vea mi tatuaje – dijo pensando en su amiga, no quería hacerle quedar mal, ella la había recomendado después de todo.
Él entendió, si esa era su decisión, iba a respetarla.
Cristian la llevó hasta el departamento en el que se hospedaba Ashley. Abrió la puerta del coche y la ayudó a bajar con mucho cuidado.
-Gracias por traerme - dijo ella una vez que estuvo fuera del coche.
-Fue un honor - respondió él regalándole una sonrisa que era muy característico de él.
Cristian se iba a despedir de ella con un beso en la mejilla, Ashley notó su intención y de forma rápida extendió su mano.
-Nos vemos el lunes - dijo disimulando, no podía despedirse de él de esa forma, ni siquiera lo conocía. Estaba consciente de que pagó su medicamento y estaba profundamente agradecida por ello, pero no podía despedirse de esa manera, no le tenía confianza.
Cristian quedó algo sorprendido ante la actitud de Ashley. Era la primera mujer que hacía eso, las demás morían por un beso de él, así sea en la mejilla. Tomó su mano como cortesía y le dijo.
-Te veo el lunes, cuídate.
Ashley asentó su mirada y empezó a caminar, él vio entrar al departamento, subió al coche y se marchó.
Ashley mientras subía las escaleras, le envió un mensaje a su amiga, escribiendo que ya no era necesario que la vaya a recoger, pues había salido temprano. No quería que su amiga se preocupara por un par de costillas rotas y prefirió mentirle.