Hace un año atrás, cuando Ashley trabajaba como mesera en una de los restaurantes más prestigiosos de la ciudad de Chicago, tuvo una disputa con una clienta. Ella había ordenado unos bocadillos y Ashley se los llevó. Al entregárselos le dijo que ese no era su pedido, empezó a insultarla y la abofeteó. Esa fue la gota que llenó el vaso, Ashley reaccionó de forma violenta, le rompió la nariz y como consecuencia fue denunciada y tuvo una orden de aprehensión en su contra. Por suerte las cámaras de seguridad grabaron todo, y mostraron que quien había iniciado la pelea fue Briidy Williams, una joven de familia a dinerada. Pero como castigo, Ashley tuvo que pagar una gran cantidad de dinero, una parte iba para Briidy por los daños que le había provocado y la otra iba para los policías. Sus pad