Las paredes azul cielo son estrechas al igual que el techo no demasiado alto, posee una sala-comedor amueblada sencillamente; la cocina está a la vista, escondida apenas por la mitad de un muro; al fondo, un acceso sin puerta hacia lo que debe ser el dormitorio. Dentro se respira un ligero aroma a encierro, que será sencillo espabilar al abrir las pequeñas ventanas. Además, el ambiente está cálido pese al frío invernal que se siente afuera. La luz se enciende para que pueda apreciarlo mejor, aunque ya estoy encandilada del lugar. Puedo verme a mí misma por el sitio… puedo ver a Evan también moverse a sus anchas. —Será caluroso en primavera —se queja Evan. Me vuelvo a él, descubriendo que ya terminó su llamada. —Creo que es bonito. Evan frunce los labios, apartándose de la luz directa