Me obligo a concentrarme en Rick antes que en mi profesor; el chico lanza una mirada hacia nosotras, me sonríe amablemente y luego transforma su gesto en uno de infinita disculpa hacia Elaine. Hasta yo comprendo que está solicitando un poco de tolerancia, porque se adentra a la casa de nuevo. —Es un príncipe azul —digo sin pensar, porque siempre lo he pensado y también debido a que no puedo evitar comparar su actitud con la prepotente de su doctor, que ni siquiera se despidió correctamente de él. Elaine suelta una risa agradable. —Desde que lo vi supe que estaba enamorada de él —dice con un suspiro que resulta hasta adorable—. ¿No es curioso? —agrega, luego de un momento de silencio. —¿El qué? —por fin logro apartar la mirada de la avenida, por la que va desapareciendo el auto de Evan