—¿C-cómo? —balbuceé. Él me está termimando. Su mirada no me decía nada, se las había arreglado perfectamente para no mostrar ningún gesto o algo que me mostrará qué sentía. Si sentía alivio o también estaba como yo. ¿Porqué quería terminar conmigo? ¿acaso hice algo malo? Y, en ese momento, escuché la voz de mi papá en mi cabeza: los chicos no te toman encerio. Eres tan simple. Apreté las manos y respiré profundo para calmarme. Apolo fue mi primer novio y pensé que cuando alguien me terminara iba a estar debastada. Sí, muy en el fondo me duele porque aún lo quiero. —Lo siento —musitó. No le ruegues, decía una voz en mi cabeza. Quizá la misma que me lo dijo hace un par de noches en un bar. Y creo que Thomas tenía razón, no le voy a rogar. Si Apolo quiere terminar conmigo no le voy a ro