La misma madrugada Chicago Luciano Desde que tengo memoria, una frase ha resonado en mi familia: "Eres un Santoro y lo que necesitas saber son los números para las cuentas, las palabras para las damas, la mano para los amigos y las balas para los enemigos". Era una especie de lema instaurado por mi abuelo. Luego de él, mi tío Filippo lo adoptó como propio. En cambio, mi padre no otorgaba gran importancia a tales ideales. Más bien, buscaba formas de mantenerse al margen del negocio familiar. Sin embargo, sus deseos cedieron ante la voluntad de su propio padre, y dicto su destino. Lo cierto es que las palabras de Salvatore resuenan en mi mente, ¿Qué carajos debo de hacer para poner en su sitio al cabrón de Mateo? Aunque es culpa del desgraciado de mi tío por darle alas y ahora yo p**o