Mientras tanto en la ciudad de México…. La vida de Luis José y Abril había continuado como siempre había sido desde que se casaron, él permanecía con ella por lástima y agradecimiento por cuidar de su hija, ya que ahora tenían a su cargo a mi pequeña princesa Ana Beatriz, la cual ya había cumplido dos añitos de edad. Era una niña demasiado hermosa, se parecía mucho a mi, cosa que molestaba a Abril en gran medida, porque el solo hecho de verla todos los días, le recordaba la infidelidad de Luis José, que en el fondo jamás le había perdonado, sin embargo, gracias a la obsesión que tenía por él, hacía lo que sea por mantenerlo a su lado. Abril se había encargado de cuidar a la pequeña, pero solo lo hacía para mantener a Luis José pegado a sus faldas, él al verla tan maternal con la niña