Yo trataba de calmar a Nelson, pero era imposible, estaba totalmente fuera de control, aunque en el fondo no era precisamente porque me amara con pasion desenfrenada, si no más bien era que su orgullo de hombre se sentía herido. — Estoy esperando que me digas quien es el canalla con el que me has engañado. ¡Habla! Si ya llegaste hasta aquí y tuviste la valentía de decirme que estás esperando un hijo de otro hombre, al menos merezco que me digas de quien se trata. — Creo que eso no es necesario que lo sepas, de igual forma ya el mal está hecho. — ¡Para mi es necesario! ¿Quién es? Te exijo que me lo digas Ana Paula. La presión que ejercía sobre mi cada vez era mucho más fuerte, pero no estaba preparada para decirle la verdad, además pensaba en mi hermana y su estado de sa