*** KARINA. La mañana se abrió paso dejando atrás una noche desastrosa. Lo que se esperaba como la celebración de un cumpleaños se convirtió en un caos, con la sociedad y los medios de comunicación presentes. Ahora comprendo las claras intenciones de mi padre desde el principio: dejar en claro ante todos que soy su hija y la heredera Pellegrini. Anoche fue imposible conciliar el sueño. La celebración del cumpleaños de mi padre terminó tarde, así que no tuve otra opción que quedarme a dormir en esta mansión que aún me resulta extraña e incómoda. No logro adaptarme al ambiente lleno de hombres armados, sirvientes y mucho menos a la presencia de mis padres, a quienes todavía no conozco profundamente. Además, mis pensamientos estaban plagados de Silvano, de su reacción tan furiosa y violent