Alex comenzó a conducir el auto para salir del hospital a casa de Cloe, Robert seguía en los pensamientos de Elizabeth, sabía que ese no era falso, él necesitaba a alguien ahí. –¿Puedes llevarme al trabajo? –¿Ahora? –preguntó Alex sorprendido por la petición de Elizabeth. –Si, necesito mi auto, tengo que ir a su casa –murmuró viendo a la señora Anderson –. Y Robert me encargó otras cosas. –Podemos hacerlo después de llevar a la señora Anderson. –Tardaremos demasiado, será mejor así, solo debes desviarte unas cuadras, casi queda en el camino –indicó, a Alex no le parecio buena idea así que ella suplicó –. Por favor, Alex. Él dudaba que Elizabeth fuera a hacer lo que le indicó, no entendió nada; si se quería quedar con Robert, simplemente lo hubiera hecho, decidio no cuestionar y la ll