Capítulo 5

2698 Words
—¿Un hijo mío. ?, No puede ser me parece imposible. Yo pensé que tú te cuidabas con algún método anticipo —¿Y tú qué ? ¿Te cuidaste ?. ¿Usaste preservativo ?. Ahora resulta que yo soy la única responsable —Tienes razón, discúlpame, pero ponte en mi lugar, para mí no es fácil que me digas que voy a hacer papá prácticamente con una desconocida —Nunca en mí vida me he sentido tan insultada. Dice Sofía furiosa —Tienes razón, pero tú misma acabas de decirlo, que no nos conocemos, sin ofenderte pero mi reacción hubiese sido diferente si tuviésemos una relación sentimental. Sofia entiendia que él tuviese sus dudas y que por supuesto desconfiara de ella. Le provocaba dar media vuelta e irse, pero ya le había dado la noticia y estaba dispuesta a enfrentarlo para demostrarle que ella no estaba mintiendo y mucho menos demostrarle que no tenía ningún interes en su dinero. Sacudió la cabeza y le dijo —No tengo una prueba de ADN en las manos, pero estoy dispuesta a hacérmela. Es extraño que pienses que de todos los hombres que conozco te eligiera a ti, para achacarte un embarazo si no estuviera completamente segura que es tuyo. Hernán se recostó en el respaldo del sillón. Sofia advirtió la tensión de su mentón y se preparó para un arrebato de ira. Había leído que su gemelo era conocido por su mal humor y su incapacidad para controlarlo. —Tienes razón. Ni siquiera viniste a verme, ¿verdad? –dijo él apartándose unos pasos del sillón y coloco los brazos en la cintura y se quedó con la mirada perdida. Sofia notó que tenía la cabeza ligeramente inclinada. De repente se dio cuenta de que no había sido delicada al referirse a la paternidad del bebé, pero era una cuestión poco delicada. Se levantó, se acercó a él y puso la mano en la parte baja de su espalda. —A muchos periodistas les gusta describirme como una copia de mi padre, alguien sexualmente insaciable, inestable que no para de saltar de cama en cama. No he podido hacer nada por evitarlo, me molesta y no sabes cuánto daño me a hecho. Lo cierto es que cuando supe que estaba embarazada mi reacción fue muy parecida a la tuya y por eso te entiendo. Solo lo hicimos una vez. Pero como dice mi médico, con una vez basta y tenemos que reconocer que también somos responsables por no tomar las previsiones. —Sí, lo sé, no pretendía insultarte –dijo Hernán y se volvió para mirarla.—Parece que te debo otra disculpa —Disculpa aceptada. No esperaba que fuera tan modesto y sincero. —Señor ya la comída está lista, desea algo de comer? preguntó el ama de llaves. —¿Tienes hambre? —No, pero si tú quieres comer, adelante. —Siempre como algo después de los partidos –explicó —Olga, por favor, sírvenos la comida aquí fuera. Olga sonrió y dejó la bandeja en la mesa que había bajo los árboles. Luego, Hernán le dijo que se tomara el resto de la tarde libre. —Le pedí a Olga que nos trajera unas cervezas Bohemia Clara, pero en tú estado quizá prefieras ¿Agua, jugo o un cóctel sin alcohol ? —Agua está bien. Gracias. Le indicó que se sentara a la mesa y después se fue a la barra y abrió la pequeña nevera. Al sentarse, Sofía pensó que aquel asunto del embarazo era mucho más complicado de lo que había pensado. Era evidente que la prioridad era que el niño tuviera un padre que lo amase y que lo antepusiese a todo lo demás, pero había otras cosas en las que no había pensado. No se le había pasado por la cabeza que pudiera creer que le estaba mintiendo acerca de que él era el padre. Era lógico que desconfiara, pero eso suscitaba más preguntas. Tenía que ser cuidadosa cuando se hiciera la prueba. No estaba preparada para que su embarazo se hiciera público todavía, al menos hasta que no supiera lo que iba a hacer. Los de la prensa amarillista disfrutarían con la historia. No quería que su hijo creciera a la sombra de los errores y tragedias que habían reinado en su vida. Quería un entorno de protección para el niño, la clase de infancia que solo un sitio como Conkal y una familia como los Ruiz podía darle. Quería que su bebé tuviera la clase de familia que Hernán parecía tener. Pero sabía por experiencia que las apariencias podían engañar. –Estás muy pensativa y muy callada —Vaya. No suelen describirme con esas palabras. —Supongo que estás acostumbrada a que digan que eres sexy, glamurosa, atrevida –dijo él. Sofia se encogió de hombros. Había cultivado una imagen y un estilo de vida para llenar el vacío dejado tras la muerte de su hermana y el distanciamiento de su padre. —Quizá. Cómo te describes tú, Hernán Había llegado el momento de dejar de dar vueltas a lo que sabía, que no estaba preparada para ser madre, y averiguar si Hernán tenía cualidades para ser un buen padre —Me gustaría decir que soy peligroso, sexy y… Pero sinceramente, soy fiable, tenaz, soy incapaz de dejar pasar las cosas. Además, según mis hermanos, soy un mal perdedor. Sofía se rio. —Yo también. No le veo sentido a fingir que no me importa perder. Si salgo a competir es para ganar. Hernán asintió, descubrió la bandeja y sacó un taza de ensalada. —¿Te importa si como? ¿ Estás segura de que no quieres nada? —Anda, come, no quiero que te pongas insoportable –dijo ella–. Estoy bien. No quería precipitarse al juzgarlo porque había mucho de él que desconocía. Pero estaba siendo sincero con ella y, después de la gran mentira con la que había dado comienzo su relación, por llamarlo de alguna manera, era lo que tenía que hacer. Siguieron charlando, intercambiando opiniones sobre libros, música, series y películas. Hernán lo conseguía todo en formato digital, a través de aplicaciones. —Pero en casa tengo una biblioteca –añadió–. Aunque prefiero la comodidad de las aplicaciones, me gusta ver los libros en las estanterías. A ella también. Le sorprendía lo mucho que tenían en común. Eso alimentaba la esperanza de que tal vez fuera él la solución que había estado buscando. —¿Qué más prefieres? —No haberte mentido. –Yo también. Me gustaría conocer mejor este sitio. —Ya termine, vamos. Le tendió la mano y cuando Sofia se la tomó, un escalofrío le recorrió el brazo. Quería ser prudente con Hernán y preocuparse tan solo del bebé. Pero esté hombre le gustaba demasiado y aún lo deseaba. Cuando acabó de comer, Hernán la llevó a dar un paseo por los jardines. Tenía tantas cosas en la cabeza que le era imposible concentrarse. Nunca había sido tan descuidado en su vida, pero había algo en Sofía que era muy diferente a cualquier otra mujer. Había surgido una chispa desde el primer momento en que la había conocido en la gala y no se había apagado en todo ese tiempo. —¿Quien te escogió el nombre ? Mientras camina veía la gran variedad de flores que había en el jardín —Mi mamá, según mi mamá es un nombre griego que significa " La que tiene Sabiduría ", pero déjame decirte a veces no le doy honor a mi nombre jajajaja —Mi mamá nos escogió los nombres de los cuatro varones y mí papá al de mi hermana se que Raúl significa " Poderoso Consejero o Consejero Valiente" y si supiera que le queda bien como hermano mayor siempre ha estado ahí guiandonos, después viene Lorena que es un nombre francés de un sitio que se llama Lorraine que es una región de Francia que por su historia y sus paisajes le gustaba a mi papá, después vinimos nosotros los bonitos de la familia jajajaja Oscar que significa " lanza divina " , mío significa "viajero espiritual o viajero gentil " y por último Adrián que significa" el pueblo a elegido o el que viene del mar" , mientras él le hablaba de los nombres de sus hermanos ella se quedo pensativa, el se imaginaba que a pesar de fue una niña con criada sin ningún tipo carencia por lo menos no económica pero si en la parte emocional, no quiso preguntar que le pasaba no era por qué no le interesaba si no que no quería ponerla triste ya que la estaba pasando muy bien con esa mujer hermosa que le gustaba tanto y para no arruinar el momento prefirió dejar las cosas así —Bueno esa la gran historia de los nombres de mis hermanos y por supuesto el mío. Mientras escuchaba a Hernán hablar de sus nombres, pensaba que quería y necesitaba saber más sobre Hernán Ruiz para saber si lo incluía o no en su vida, sobre todo en la del bebé Sofia volteo y se le quedo mirando y de repente dice: —¿Que vamos a hacer con el bebé que estoy esperando ? —En verdad todavía estoy impresionado con la noticia si no te sientes ofendida los más razonable es que te hagas una prueba de paternidad y después veremos. —Esta bien, me parece razonable, tengo que aprovechar que el tiempo por qué tengo que volver a la televisora y al programa —¿Te puedo pedir un favor ? —¿Claro el que sea, tú dirás ? —Que todavía sea un secreto, no porque me averguenze del embarazo, sino para evitar el acoso de los periodista y de los paparazzi —No, te preocupes cuenta con eso. Mañana voy a hacer un viaje corto tengo un compromiso que no puedo eludir, me imagino que si rentaste una casa aquí es por qué te piensas quedar varios días o tienes planes de regresar? Porque a mí no me importa ir hasta la Mérida para verte. Oscar y Eddy tienen una casa allá que me la podían prestar. —Tengo planes de estar aquí por un tiempo —No, quiero que estés sola, te voy a dejar los contactos de Eddy y de Lorena —No, te preocupes no estoy sola, estoy aquí con dos amigas Valentina y Roselys y ya tengo los números de ellas, de hecho Eddy me invitó para su club de lectura en " Los Soles" y en verdad gracias por la preocupación —Tu sabes que ese club de lectura no existe, se van para la taberna es a beber —Si ya lo sabía, Eddy me lo contó —Entonces ten cuidado el alcohol le hace daño al bebé. Ya Hernán suena como un padre preocupado penso Sofía —Tranquilo, tampoco soy tan inresponsable, no soy nada de como me describen los periódicos —Disculpame si te ofrendi en verdad no quise decir algo que te molestará —No, te preocupes, esto a sido una sorpresa para todos y tenía que venir hasta acá para decírtelo, yo pude haber tomado sola la decisión sobre el bebé, pero estaba muy confundida y tú cómo él padre tenias el derecho de saber sobre su existencia, no quiero que tengas una mala imagen de mi Hernán estaba caminando junto a ella por el gran jardín, el olor a flores era tan intenso, en ese momento la melena de Sofía se enredo con una rama y emitió un pequeño grito —Ay,ay ay En ese momento Hernán se dió vuelta y vio Sofía enredada —Dejame ayudarte Cuando Sofia lo tuvo tan cerca detallo sus labios, estos eran gruesos, sexys y provocativos y ella sabía que eran bien ricos y tenía unas ganas loca que se repitiera la noche de la gala, para volver a tenerlo entre sus brazos, sentia ese olor a la colonia de el que le fascina, en verdad Hernán es una hombre que cualquier mujer se pondría loca por el, Hernán por fin pudo desenredar su cabellera y se le queda mirando —¿Que piensas Hernán ? Le metió los brazos por debajo de ella atrayendola hacia el diciéndole —Estoy pensando besarte, me muero por saborear nuevamente eso labios Sin pensarlo dos veces Hernán posó sus labios sobre los de ella, las manos de Sofía se enterraban en la cabellera de Hernán, cómo deseaba a ese hombre por Dios, ella sabía que era muy difícil resistirse a ese cuerpo bien formado, su cuerpo le pedía más pero su conciencia le decía que no que ella no fue a buscar sexo, fue a buscar el padre de su bebé, pero era muy difícil resistirse y no dejarse llevar por el deseo, aquel beso había hecho recordar la noche que pasaron juntos. No quería pensar en nada sino disfrutar nuevamente de sus besos y estar en sus brazos, así que poco a poco abrió su boca para dejar entrar esa lengua juguetona para que se encontrara con la de él y él abrazo se hizo más fuerte, aquel beso paso poco a poco de menor a mayor intensidad, a mucha intensidad, a ambos les invadia la excitación. Sofia lo apretó por la cintura, pegandose a él, Hernán la tomó por el cabello y la jalo hacia atrás para mirarla a los ojos, ella también los mira a los ojos y su mirada baja hasta esos labios carnosos que se los vuelve a ofrecer para que la siga besando, esa lengua juguetona paseó por todo el cuello, Sofía sintió un fuerte escalofrío que le recorria toda la espalda, coloco sus manos sobre los pechos de ella y los maseajo suavemente a Sofía se le escapó un gemido, en ese momento sono el teléfono móvil de Hernán y hace que ellos reaccionen —Disculpame, pero es que me vuelves loco —No creo, tener poder sobre tí —Tienes y bastante. Hernán le toma la mano y se la coloca en el pecho—siente cómo está mi corazón, parece un caballo cuando se desboca Sofia toda excitada fue bajando su mano hasta llegar a ese abdomen duro y firme, hasta que su mano se posó en sus partes pudendas, mientras lo miraba fíjate a los ojos y fue metiendo su mano de una manera lenta dentro del pantalón de Hernán, este la levantó y ella le rodeo la cintura con sus largas y bien formadas piernas y la cargo para sentarla sobre una mesa de pool que estaba en el salón, Sofía enterro sus manos en la cabellera para tener el control de su boca sobre la de ella, deseaba tanto a este hombre que frotaba su cuerpo contra el de él y no quería que esos besos se acabarán y seguía rodeando con sus piernas al cuerpo de ese hombre que la excitaba tanto, lo besaba una y otra vez como si no se cansará de comerse esos labios y sentir esa lengua como una mariposa revoloteando dentro de su boca. De repente se dijo así misma " yo no vine a buscar sexo vine a buscar el padre de mi bebé" y se alejo de Hernán este estaba agitado, se arregló el cabello y le dijo —Es mejor que me vaya —¿Te llevo a tú casa ? —No te preocupes, puedo pedir un taxi —Yo,te voy a llevar y no se hable más —Esta bien, voy a recoger mis cosas Cuando llegaron al estacionamiento Hernán le abrió la puerta del auto Toyota Bruno, para que Sofia se subiera, cómo todo un caballero, viajaron en silencio hasta la casa de Sofía, cuando Hernán apenas detuvo el auto frente a la casa, Sofía abrió la puerta para bajarse, Hernán le impidió que bajará y le dice: —Cuando regrese de viaje terminamos de hablar —Por supuesto, gracias por traerme, que tengas un buen viaje. Hernán le tomo la mano y se la beso, Sofía se le quedo mirando dió media vuelta y se bajo del auto y camino hasta la casa sin voltear
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