Leila: Sentía que habíamos vivido aquí una eternidad. Uno. Dos. Tres. Cuatro. Cinco. Cinco? Definitivamente seis. Hoy era el septimo dia, o el octavo? Tal vez eran más, no sabía con exactitud cuántos días habíamos estado inconscientes. Ayudame. Tal vez no nos recuperemos de esta, pense. A Cece le faltaban más o menos 7 kilos de cuando llegamos, el cuarto olía a sudor y humedad parecido al gimnasio de secundaria. Después del 8vo día perdí la cuenta de cuánto llevábamos aquí encerradas. Sentía que mi olor corporal emanaba hasta el otro lado del continente, pero tenía fe de que al igual que el olor de Cece no me llegaba, el mío sería igual, y no le llegaría a ella. Aun asi, el cabello se me pegaba grasientamente a la cara, el calor que hacia en el lugar no nos ayudaba. No