Al llegar a la habitación Alessandro la deposito suavemente en la cama, él le dió un beso en la palma de la mano, después le dio un beso en la mejilla, otro en la frente y por último un beso en los labios, su beso fue dulce y tierno, sin prisa, para no asustarla. Él separó su boca y acarició su rostro, sus cabellos rojizos. Alessandro volvió a besarla, besos cortos y suaves que se fueron volviendo más largos y profundos; él comenzó a desatar la cinta del vestido de Abril, después deslizó las mangas del vestido descubriendo sus hombros, le dió un suave beso en la clavícula y ella se sonrojo hasta el cuello. Alessandro se quitó la camisa, después besó su boca, mientras sus manos furtivas se deslizaron debajo de su vestido tocando sus muslos, sintiendo la suavidad de su piel. Él le quitó el