Alessandro fue a visitar a Abril a la pequeña casa en la que vivía, cuando llegó la vio trabajando muy animada en el huerto, sus ropas estaban llenas de barro al igual que sus manos, ella parecía una pordiosera, sin embargo tenía una gran sonrisa dibujada en sus labios mientras plantaba unas plantas, Alessandro se quedó mirándola fijamente durante unos minutos antes de hablarle. _ Princesa, hasta cuando dejaras de arrastrarte por el barro. Abril giró su rostro al escuchar su voz, a ella no le gustaba tratar con Alessandro, de cierta manera ella podía sentir cuanto la odiaba cuando la veía, eso le daba miedo, no sabía cuando él se molestaría y decidiría matarla. _ Su majestad. Alessandro se acercó un poco más, su mirada se veía cargada de odio e ira ese día, ella se preguntó por que est