Alessandro tenía un fuerte dolor de cabeza, él siempre había odiado las reuniones con los nobles, pero ese día había sido peor, él ya tenía suficiente con una esposa, tener otra sería impensable. _ Como si no tuviera suficiente con una ahora quieren que tengan otra, están locos. Alessandro estaba renegando cuando llegó Sirius y preguntó. _ ¿De que se está quejando su majestad? _ Esos malditos nobles, siguen presionándome con lo de tener un heredero, hoy incluso se atrevieron a pedir que tenga una segunda esposa, como si no fuera lo suficientemente molesto tener una esposa. _ Creí que su majestad había empezado a disfrutar un poco más su vida matrimonial, pero supongo que me equivoque. _ ¿Qué parte te hace pensar que estoy disfrutando mi matrimonio? _ Quizás su majestad no se haya da