Ashlyn Mason estaba lamiendo y chupando mis pezones mientras me frotaba contra él. Sé que debería esperar, pero lo necesitaba. Parece una eternidad desde la última vez que me tocó así. Mis manos estaban en su cabello, sosteniéndolo contra mi pecho. Mi cuerpo estaba ardiendo de deseo, una necesidad que solo él podía satisfacer. Perdida en el placer, Derek comenzó a besarme desde uno de mis bíceps hasta mi cuello, y se me pusieron los pelos de punta por su contacto. —Derek —gemí. Él se movió detrás de mí, sentándose sobre las piernas de Mason. Derek estaba desnudo y presionó su duro m*****o contra mi trasero. Metió su mano en mis pantalones cortos, deslizando un dedo entre mis pliegues, haciendo que yo jadee. —Estás empapada, nena —gruñó Derek contra mi cuello. Mason rompió mis pantalone