Alfa Ian
Regresando a la casa del clan, subí a mi piso. Mi mejor amigo, Alex, quien pronto sería mi beta, estaba esperando junto a mi puerta.
—¿Qué demonios te pasó? Pareces hecho mierda.
—Gracias —le gruñí. Abrí la puerta de mi habitación y ambos entramos.
—No tengo ni idea de qué demonios está pasando hoy. Acabo de venir del piso beta, mi papá estaba gritándole a Nicole. Ni siquiera sabía que era capaz de gritar —empezó a contarme. Alex es hijo de Beta John y hermano mayor de Nicole—. Amigo, ¿por qué estás en casa? ¿No es hoy el cumpleaños de Ashlyn? ¿Qué pasó? ¿No resultó ser tu pareja? —Rio. Lo lancé contra la pared, agarrándolo del cuello antes de siquiera darme cuenta de lo que estaba haciendo.
—¡No te atrevas a decir nada sobre Ashlyn! —refunfuñé entre dientes. Él levantó la mano en señal de rendición.
—Lo siento, hombre.
Lo solté y fui a sentarme en el sofá de mi área de estar. Apoyé la cabeza en el respaldo del sofá y cerré los ojos.
—Ian, ¿qué demonios está pasando? —preguntó Alex, preocupado.
Ni siquiera podía mirarlo. Sabía que él y casi todos los chicos de nuestra clase de último año la amaban. Ashlyn era hermosa de la mejor manera. No era arrogante ni ambiciosa, no le importaba el dinero ni los objetos. A ella solo le interesaba mi tiempo y hacer cosas conmigo. No le importaban las cenas caras ni las posesiones, podíamos ir de excursión y acostarnos bajo las estrellas y ella siempre estaba feliz. Después nos íbamos de viaje y el precio nunca le importaba. No prestaba atención a los otros chicos, siempre ha sido leal a mí. Yo no he sido leal con ella, admito que había otras chicas además de Nicole. Debería haber hablado con ella sobre cómo me sentía, pero no quería que pensara que era débil. Soy un desastre. ¡Maldición!
Y Nicole solo quería ser Luna. Nunca le importé, solo mi título, no es que yo me haya preocupado por ella. Ashlyn estuvo allí para mí después de la muerte de mi madre y también estuvo allí para mi padre. Me metí en un camino destructivo y ella siempre me esperaba, pero nunca supo la magnitud de lo que estaba haciendo. Ella fue la mejor parte de mi vida y ahora se ha ido.
—Viejo, ¿qué pasó? —Alex preguntó de nuevo, tomando el asiento junto al sofá. Gruñí.
—Ashlyn me encontró con Nicole. —No tuve que ver su rostro para saber que tenía la boca abierta.
—Vaya, no lo esperaba —dijo lentamente, tal vez para convencerse de lo que le acababa de contar.
—Oh, pero mejora. Ashlyn es mi pareja y me rechazó.
—¡Mierda! Tío, eso es duro, pero, ¿por qué demonios estabas con Nicole? Sé que lo has pasado mal desde que tu mamá falleció, pero, ¿no estabas solo con Ashlyn?
—Alex, no quiero mentirte. Nicole y yo hemos estado durmiendo juntos desde el año pasado. Comenzó cuando estaba borracho en una de las fiestas. Ella se me lanzó encima y en lugar de apartarla, fui con ella. Ella estaba en mi habitación cuando volví del entrenamiento esta mañana y ojalá no hubiera pasado nada de esto. Debería haber sido más fuerte y alejarla. Nuestros padres nos llevaron a su oficina y Nicole confesó que solo quería ser Luna, ya que es hija del Beta —expliqué.
—Entonces, ¿no estás en una relación con Nicole? —me preguntó.
—No, fue solo sexo, pero ella le dijo a nuestros padres que está enamorada de mí. Yo no siento lo mismo. —Lo tranquilicé.
—¿Has hablado con Ashlyn?
—La he estado llamando y enviando mensajes. Mi papá me dijo que ella pidió permiso para salir de la manada y él se lo concedió. Fui a su casa y se había ido. Me comuniqué telepáticamente con Brad y me dijo que ella estaba en la ciudad con Grace por un par de días. Intenté llamarla nuevamente y apagó su teléfono. Debe volver a casa en un par de días, ¿verdad? —le interrogué. Quería que me asegurara.
—Sí, hombre. Estoy seguro de que estará en casa en un par de días, pero creo que debes terminar las cosas con mi hermana y con las demás. Nicole ha estado enamorada de ti desde siempre y siempre ha hablado de ser Luna. Solo que no te advertí porque tenías a Ashlyn —explicó.
—¡Sé que metí la pata! Y nunca volveré a tocar a tu hermana ni a nadie más. Solo quiero a Ashlyn. —Suspiré frustrado.
—Entonces, más te vale solucionarlo, amigo. Supongo que tienes unos días para planear algo increíble para ella y ojalá ella acepte retractarse del rechazo —me dijo.
—Eso no es todo. Cuando me rechazó, se llamó a sí misma como la futura Alfa de la Manada Lago Esmeralda —le conté con tono confundido.
—Nunca he oído hablar de esa manada. ¿Estás seguro de que dijo Alfa? Probablemente estabas en shock —cuestionó.
—Tal vez, pero estoy seguro de que oí Manada Lago Esmeralda. —Encogí los hombros.
—Puedo hacer algo de investigación mientras tú planeas cómo recuperarla —ofreció. —Gracias, hombre. Realmente aprecio tu ayuda con esto —le murmuré.
—No hay problema. Nos vemos luego. —Se fue después de que asentí. Saqué mi teléfono del bolsillo para ver todas las llamadas perdidas y mensajes de Nicole, pero nada de Ashlyn. Realmente arruiné esto. Y sabía que lo estaba arruinando, pero no podía parar. Todo lo que hacía adormecía el dolor que sentía, y debería haberle dicho la verdad.
Han pasado dos largos días desde que Ashlyn se fue a la ciudad. Ya debería haber vuelto a casa, pero su teléfono aún está apagado. Tenía un anillo y estaba a punto de proponérselo y prometerle que nunca arruinaría nuestra relación nuevamente. Nuestra manada necesita a su Luna, y yo la necesito a ella.
Encontré el anillo perfecto; era un diamante de un quilate en un montaje de oro rosa. Lo mantuve simple, pero elegante. Me vestí con jeans oscuros y una camiseta de cuello en v color blanco. Iba a llevarla de excursión a nuestro lugar especial y hacerle la pregunta bajo las estrellas, pero primero necesitaba que me hablara. Estos últimos dos días han sido un infierno y mi ansiedad ha estado corriendo por mi mente sin parar. Rezo para poder enmendar todo esto con ella.
Salí de la casa de la manada y me dirigí al garaje para sacar mi camioneta. Solo eran cinco minutos en coche, pero pensé que podríamos conducir hasta el lugar donde comenzamos nuestra caminata y luego cenar después. Sé que le encantará que lo mantenga simple. A ella no le gustan las cosas extravagantes o llamativas. Siempre me sorprendió lo simple que era en realidad, podíamos ver una película en casa y siempre estaba tan feliz.
Estacioné mi camioneta frente a su casa y caminé hasta su puerta. Toqué el timbre y su tía me abrió la puerta.
—Oh, hola, Alfa Ian —me saludó.
—Hola, Grace, veo que has vuelto de la ciudad —le comenté.
—Sí, regresé a casa ayer. ¿En qué puedo ayudarte, Alfa Ian? —preguntó.
—Estoy buscando a Ashlyn. ¿Está en casa?
—Alfa Ian, Ashlyn está quedándose en la ciudad por el momento. Necesita tiempo para procesar todo lo que sucedió entre ustedes dos —explicó.
—¿No volvió contigo? —pregunté confundido. ¿Cómo podría quedarse en la ciudad? No es como si fuera rica y pudiera dejar todo aquí. La ciudad es cara, ¿y dónde estaría alojada? ¿Con quién estaría?
—No, Alfa. Necesita un tiempo para aclarar sus ideas y tomar algunas decisiones sobre su futuro. Lo siento —me dijo, sonando decepcionada.
—Sí, no, lo entiendo. Cuando hables con ella, ¿puedes pedirle que me llame, por favor? —interrogué, tratando de no sonar demasiado decepcionado.
—Por supuesto, Alfa, se lo haré saber. Que pases una buena noche, Alfa Ian —respondió antes de cerrar la puerta. Me volteé para volver a mi camioneta. Entiendo por qué se está alejando, pero necesito verla. Necesito explicarle lo que hice y que no tuvo nada que ver con ella. Ella es perfecta, y yo arruiné todo. Sentado en mi camioneta afuera de su casa, me conecté mentalmente con Alex.
—¿Qué pasa, Alfa?
—Ashlyn está quedándose en la ciudad. ¿Encontraste algo sobre la Manada del Lago Esmeralda? —quise saber con tono esperanzado, creo que era la única opción que tenía de llegar a ella.
—Sí, lo hice. Aparentemente, eran una manada más pequeña, pero muy adinerada. Poseían e invertían en muchas empresas grandes —manifestó.
—¿Poseían algún negocio en la ciudad al norte de nosotros? —cuestioné.
—En realidad, sí. Poseen un hotel de lujo en el centro de la ciudad. Se llama Hotel y Resort Bosque Esmeralda. Además, la manada simplemente desapareció un día. Unos días después de que Ashlyn viniera a visitar a su tía aquí, su tía se convirtió en su tutora. Era un pueblo fantasma y nadie sabe qué sucedió —me dijo.
—Bueno, eso es espeluznante —me estremecí.
—Muy escalofriante.
—De acuerdo, envíame los detalles del hotel por mensaje. Voy a la ciudad para ver si puedo encontrarla —le dije.
—Lo envío ahora mismo, buena suerte, Alfa.
Terminamos la conexión mental y revisé mis mensajes. Él me envió la información y puse la dirección en el mapa de mi teléfono. También me di cuenta de que tenía unos treinta mensajes de Nicole. Bloqueé su número para que no me llamara, pero al parecer, todavía puede enviarme mensajes. Ignorando sus mensajes, conduje hacia la ciudad. Realmente necesito verla. Mi lobo está enloqueciendo sin su pareja.
—¡La pareja solo te odia! —gruñó Jax en mi cabeza.
—¡Lo sé! ¡Y estoy tratando de solucionarlo! —le gruñí de vuelta.
Sé que metí la pata, pero que me lo recordara cada dos minutos no estaba ayudando. Solo faltaban dos horas ahora. Solo espero que ella me dé una segunda oportunidad. Sé que no me la merezco, pero necesito intentar recuperarla.