Alfa Ian
El dolor que sentí en mi pecho después de que Ashlyn me rechazó fue algo diferente a todo lo que había sentido antes. Nicole estaba en el suelo a mi lado, tratando de consolarme, pero una vez que el dolor disminuyó, la aparté. Necesitaba ponerme la ropa e ir tras Ashlyn. ¡Mierda! No puedo creer que le haya hecho esto. Ella me amaba incluso antes del vínculo de pareja y arruiné todo. Sabía que era un desastre, pero nunca quise que Ashlyn viera lo mucho que era un desastre de verdad.
Después de vestirme con pantalones cortos y una camiseta, corrí escaleras abajo. Ni siquiera escuché a Nicole corriendo detrás de mí, llamándome. Cuando finalmente llegué al piso de abajo, vi a mi padre, y él me vio a mí.
—¡Ve a mi oficina ahora! —Me gruñó. Nicole de repente corrió hacia mi espalda.
—Papá, necesito ir tras Ashlyn. ¿La viste?
—¡Es una orden! Los dos, ¡a mi oficina ahora mismo! —exigió.
Nicole y yo nos dimos vuelta para subir las escaleras al primer piso, donde se encontraba su oficina. Mi padre nos seguía, con su Beta John, el padre de Nicole. Ella intentaba tomar mi mano, pero yo solamente la apartaba. Esto no es cómo imaginaba que todo sucediera hoy. En el maldito cumpleaños de Ashlyn, simplemente debería haber pasado la noche con ella.
Entramos en la oficina de mi padre y el Beta John cerró la puerta detrás de nosotros. Podía sentir la rabia emanando de mi padre. Siempre tuvo un punto débil por Ashlyn. Siempre estaba en la casa de la manada, y sé que mi madre la amaba. ¿Quién no la amaba?
Nicole y yo nos sentamos en los dos asientos que estaban frente al escritorio de mi padre. Ella intentó tomar mi mano de nuevo, pero yo solo la aparté. Mi padre se sentó en su silla detrás de su escritorio y el Beta John se puso al lado de mi padre. La tensión en la habitación crecía hasta que Nicole abrió la boca.
—Alfa Jason, papá, Ian y yo estamos enamorados —les dijo con una sonrisa. Estaba emocionada al respecto como si su amiga no acabara de entrar y la encontrase teniendo relaciones sexuales con su novio. No es que yo no fuera culpable, pero al menos me sentía terrible.
—¡No, no lo estamos! —grité, levantándome.
—Entonces, ¿qué demonios estaban haciendo ustedes dos? Huelen a ustedes mismos y a sexo. Entonces, ¿qué son? ¿Están juntos? ¿Y qué hay de Ashlyn? —La voz de mi padre estaba llena de decepción y enojo.
—Papá, la cagué —le dije, volviendo a sentarme. Apoyé mi cabeza en mis manos.
—¡Te lo dije! —gruñó Jax—. Perdiste a nuestra pareja. Lo único que ella nos pidió fue lealtad, ¡y ni siquiera pudiste darle eso!
—Ian, pensé que estábamos enamorados. —Nicole me miró con lágrimas en sus ojos azules. Era un año más joven que nosotros, por lo que no sabría quién era su pareja hasta su próximo cumpleaños.
—Nunca estuvimos enamorados, Nicole. Fue solo sexo. ¡Eso es todo! Lamento que no hayas entendido nuestro arreglo —expresé con tono enojado.
—Hijo, ¿no estabas en una relación con Ashlyn? —me preguntó mi papá.
—Estoy, papá, ¿estaba? Ahora no sé —le respondí, frustrado.
—¿La culpas por haberse ido? No puedo imaginar cómo se sintió ella al encontrarse a ustedes dos en la cama juntos. Nicole, tú y Ashlyn eran amigas, mejores amigas. ¿Por qué le harías eso? —quiso saber el Beta John.
—Papá, amo a Ian. Él es el futuro Alfa y yo soy la hija del Beta. Se supone que seré la Luna y su pareja —le contestó a su papá con arrogancia.
—Entonces ¿te acostaste con el novio de tu mejor amiga para ser Luna? —Todos miramos a Nicole, esperando su respuesta a su padre.
—Sí —afirmó. El Beta John solamente negó con la cabeza.
—No te he educado así. —Su voz estaba llena de enojo y decepción.
—Pero, papá... —Nicole se quejó, pero fue interrumpida por su padre.
—Ya fue suficiente, Nicole. Hablaremos de tus acciones más tarde.
—Y tú, hijo, ¿cuál es tu razón para romper el corazón de tu pareja? —La decepción de mi padre se desbordaba en oleadas. Sentía su aura de Alfa chocar en mí.
—Papá, no sé cómo sucedió esto, pero necesito ir tras Ashlyn. Necesito arreglar esto. —Traté de suplicarle.
—No puedes, hijo. Ashlyn ya ha dejado el territorio. Pidió irse y le concedí permiso. No estoy seguro de dónde fue o cuándo volverá —me dijo.
—¡Papá, ¿por qué demonios harías eso?! ¡Sabías que ella se iba y en lugar de dejarme ir tras ella, me ordenaste venir a tu oficina! —grité, ahora de pie. Estaba furioso, pero más conmigo mismo. Estaba hecho un completo desastre.
—¡Ella me rechazó, papá!
—Bueno, tal vez ahora aprenderás que no puedes andar lastimando a las personas más leales contigo, que te aman incondicionalmente. Todos podemos ver cuánto te ama ella. ¿Creíste que simplemente no se enteraría? ¿Eso era lo que esperabas? Debes no haber conocido bien a Ashlyn para pensar que toleraría tu deslealtad. Ella es fuerte y amorosa. Habría sido la Luna perfecta, pero tú lo arruinaste. Nadie más lo hizo por ti. Su partida es solo tu responsabilidad.
—Nicole, vámonos. —El Beta John se acercó a Nicole y la sacó de la oficina.
—Papá, necesito ir tras ella —le supliqué.
—No, no lo necesitas, hijo. Necesitas enfocarte en tu propia vida y tomar mejores decisiones, no solo para ti, sino también para la manada. Ella no es la chica que va a regresar corriendo hacia ti. Debió haber sido tu única y verdadera mujer, pero no puedes cambiar lo que hiciste, hijo. Solo puedes aprender de ello y seguir adelante. Sé que la muerte de tu madre fue difícil, pero no hay excusa para lo que hiciste —dijo, acercándose y agarrando mi hombro—. Lo siento, hijo, pero no hay manera de arreglar esto. Si ella quiere regresar, lo hará.
—¿Puedo retirarme?
Asintió con la cabeza y salí de su despacho. Antes de dirigirme a casa de Ashlyn, agarré mi teléfono. Necesito explicarle la situación. Marqué su número, ni siquiera sabiendo qué iba a decir o cómo iba a explicar todo esto. Sonó durante lo que pareció una eternidad, mi corazón palpitando en el pecho. Finalmente, pasó al buzón de voz.
Colgué y salí corriendo de mi habitación, bajé las escaleras y salí de la casa de la manada. Necesitaba encontrarla. Nadie estaba en casa cuando corrí hacia su hogar. Intenté comunicarme mentalmente con ella, pero me tenía bloqueado. Así que le envié un mensaje.
Yo: Por favor, cariño. Permíteme explicarte. Te necesito. Te amo. Lo siento mucho.
Esperé una respuesta, y, bueno, continué esperando. La llamé de nuevo. Pasó al buzón de voz después de sonar unas cinco veces. Miré para ver si me había enviado un mensaje de vuelta. Nada. Me comuniqué mentalmente con su tío Brad, él era uno de los mejores guerreros de la manada.
—Sí, Alfa Ian.
—¿Dónde está Ashlyn?
—Fue a la ciudad con Grace para hacer compras. ¿Todo está bien, Alfa? —preguntó, preocupado. Por supuesto, ella simplemente se fue de compras. Tal vez solo necesitaba calmarse y luego volvería en un par de días. Respiré hondo.
—Sí, Brad. Gracias.
Cerrando el enlace, caminé de regreso a mi casa. Intenté llamarla de nuevo, pero pasó a su buzón de voz. Sabía que debía haber apagado su teléfono. De todos modos, le dejé un mensaje de voz.
—Ashlyn, por favor, llámame. Te amo mucho. Sé que la cagué, pero por favor déjame intentar explicarlo. Déjame intentar arreglar esto.