Julio – 3,390 a. C. Tierra: Villa de Assur NINSIANNA Tensó la cuerda de su arco y la acercó a su mejilla. En el camino que discurría entre las casas, formas oscuras, una masa informe de armas y lanzas, chocaban en las sombras, sólo iluminadas marginalmente por la luna. —¿A quién le disparo? —gritó su amiga Yadidatum. —A los enemigos —dijo Ninsianna. —No puedo verlos —dijo Yadidatum—. ¿Cómo puedo distinguir cuales son nuestros aliados? verlosNinsianna siguió el movimiento con la punta de su flecha, concentrando su poco fiable don de ver con algo más que sus ojos mortales. ¿Era una túnica Halifiana? ¿Amorita? ¿De alguna otra tribu? Encocó una flecha con rapidez, dispuesta a soltar la cuerda del arco. ¡No! Ese era el Jefe, con su chal-capa torcido a medida que el enemigo lo separaba