Julio - 3,390 a. C.
Tierra: Villa de Assur
Coronel Mikhail Mannuki’ili
MIKHAIL
Los aldeanos los observaban mientras pasaban por el campo de entrenamiento; él cargado con docenas de flechas, mientras Pareesa caminaba a su lado, llevando media docena de arcos. Casi trescientos guerreros se afanaban bajo el caluroso sol del verano, desnudos y sudorosos salvo por sus taparrabos, apuñalando blancos. El lugar apestaba a sudor, testosterona y picor de pelotas.
él —Listos —gritó Jamin—. ¡EMPUÑEN!
Un nutrido grupo de hombres seguía sus órdenes, armados con lanzas de combate, más gruesas y largas que los esbeltos dardos de átlatl preferidos para cazar antílopes.
—No sabía que tuvieran tantos guerreros —dijo Mikhail.
—Los tenemos —dijo Pareesa—. Pero la mayoría no ha luchado desde la guerra c
