CAPÍTULO SEIS Thor corrió por el vasto campo de arena, a toda velocidad. Detrás de él, podía escuchar los pasos de los guardias del rey, muy cerca. Lo persiguieron a través del paisaje caluroso y polvoriento, maldiciendo a su paso. Ante él estaban los miembros—y nuevos reclutas—de la Legión, docenas de muchachos, iguales que él, pero mayores y con más fuerza. Ellos estaban entrenando y poniéndose a prueba en varias formaciones, algunos lanzando arpones, otros lanzando jabalinas, algunos practicando sus agarres en las lanzas. Apuntaban a objetivos distantes y rara vez fallaban. Esa era su competencia, y parecían estupendos. Entre ellos se encontraban docenas de caballeros reales, miembros de Los Plateados, de pie, en un amplio semicírculo, viendo la acción. Juzgando. Decidiendo quién s