Habían pasado ya dos semanas desde que el curso había iniciado y se acercaba el primer examen, así que el profesor nos pidió que fuéramos a las clase de la 1 pm para vernos y podernos dar un temario con puntos específicos que incluiría la evaluación y recordar algunos de los temas mas importantes del parcial.
Yo no tenía mucho que hacer ese día y salí pronto de mi clase de las 12, así que llegué a la sala de la clase veinte minutos antes de que iniciara, no había llegado nadie aun así que entré y me senté en unos lugares del centro.
Un par de minutos después, llegó uno de los residentes, Samuel, si es que recordaba bien su nombre.
- Que puntualidad, eh- dijo divertido mirando su reloj, ya que si algo tenían mis compañeros, es que siempre llegaban tarde.
- Salí pronto de clase- le expliqué lo mas seca que pude para no verme obligada a seguir una conversación.
- Tu eres del siguiente grupo, ¿no? Con Elia.
- Si- me limité a decir.
- Y que tal les va, dime, ¿tu autoestima ya esta por los subsuelos?- preguntó con cierto tono de burla.
- ¿A qué te refieres? - le pregunté confundida.
- Vamos, todos conocemos a tu residente y sabemos que es una perra- dijo con recelo, yo lo miré molesta.
- Elia no así- dije defendiéndola, Elia podía ser malhumorada y egocéntrica, pero jamás como el idiota la acababa de describir.
- Quizás aun estas en la etapa de "Elia la chica perfecta" pero en un par de días, créeme que te darás cuenta que en realidad no lo es- respiró sonoramente- en fin, ¿cómo es que te llamas?
- Abril- dije algo enfadada.
- ¿Sabes qué te vendría bien, Abril?- lo miré esperando su respuesta- Deberías venir con tus compañeros de mi horario y yo a tomar algo el jueves, yo no tengo con quien ir, sería divertido, ya sabes y de paso intentas recuperar tus ánimos de vivir después de estar con tu residente- dijo con una amplia y molesta sonrisa en su cara.
- Eh, no gracias, tengo otras cosas que hacer- fingí una sonrisa y busqué algún objeto imaginario en mi mochila hasta que llegó el profesor y alivió un poco el ambiente de tensión que estaba asfixiándome.
- Piénsalo bien y me dices el jueves- me guiñó un ojo y salió de la sala.
- Compañera, ¿tu eres de mi grupo de las 3?- preguntó el doctor de la clase.
- Así es- confirme.
- Elia no vendrá hoy, entonces, ¿se pueden quedar a tomar la clase a esta hora hoy?
- Supongo que si, doc- sonreí y el asintió con la cabeza intentando que mi voz saliera sin restos de odio o amargura que causó el estúpido residente.
¿Qué le había pasado a Elia?
¿Qué me había pasado a mi para preocuparme por ella?