Llegué a la clase de clínica quirúrgica la siguiente semana con los ánimos bajos, lo único que podía esperar, era una clase, una simple clase. Sin posibilidades de estar cerca de Elia o que juegue con mis manos mientras pasaba la clase. - Buenas tardes- saludé al doctor cuando llegue a la sala. No recibí respuesta, no esperaba hacerlo de hecho. El profesor estaba hablando por teléfono, así que supuse que por eso no me contestó. - ¿Hay alguna razón para tu decisión?- preguntó el doctor al teléfono- tienes dos semanas y vuelves- dijo con severidad y colgó. Me miró cuando terminó de hablar. No sabía si molesto o de qué manera, pero era bastante intimidante. El profesor comenzó a dar la clase justo a la hora mientras mis compañeros iban llegando. Elia no llegó a la clase, no sab