- ¿Por qué sigues aquí? – murmura malhumorado Abraham cuando ve entrar a Lucas a la habitación cargando un pequeño bolso. - La princesa me pidió que viniera – el guardián no responde porque la mencionada llega a la habitación cargando un par de cosas. - Hola Lucas, por favor siéntate – con un asentimiento obedece y tal como si fuese un niño, sigue con la mirada cada movimiento que ella realiza. Siendo esto algo que molesta bastante al más alto. - ¿Para qué vino? – pregunta tosco a la mujer queriendo pasar por alto al moreno, quien lejos de estar ofendido, se encuentra divertido. Abraham resulta alguien fácil de molestar, especialmente cuando se trata de la princesa. - Quiero revisar sus heridas antes de irnos – y con esa frase toda burla se aleja del cuerpo del mencionado. - ¿Ya se va