Mientras Alizeé y Eliot disfrutaban de su noche sin pensar en el día siguiente, había alguien que si estaba pensando en lo que iba a pasar en el futuro. Elizabeth se detuvo frente al espejo para quitarse el maquillaje, pensó en las palabras de la señora Henning. “Deberías decirle a ese hombre que se encargue de Eliot antes de que lo descubran y nos haga algo” “No es de confianza, encárgate Heinry” Había un hombre de por medio, recordó a Tony y la forma en que habló sobre las personas del casino como si les tuviera miedo, no solo lo hacía por el dinero, también estaba amenazado, eso quiere decir que en lo que se estaban metiendo era más grande que solo un asunto de un casino, aquí había algo más. –¿Qué pasa? –le preguntó Robert tocando sus hombros. –Nada. –Llevas con ese algodó