Esa mañana Alizeé se levantó temprano con Eliot, en un intentó fallido de querer hacer algo diferente salió a correr con él, apenas pudo seguirle el ritmo un par de cuadras hasta que casi sintió que iba a morir por tanto esfuerzo, había sido una mala idea, pero Eliot le tuvo paciencia y decidió parar diciendo que había acabado, extrañamente no odio que Alizeé le interrumpiera su rutina, pasaron por un café y Alizeé se comió una dona, al final regresaron caminando al edificio. –Lamento haber interrumpido tu rutina –comentó Alizeé. –No interrumpiste nada –contestó Eliot. Ella sabía que mentía, entre más tiempo pasaban juntos, más lo conocía. –¿Quién se va a bañar primero? –preguntó al entrar al apartamento. Eliot la tomó de la mano y la atrajó hacía él para besarla, aún tenía algo