Relata Ava: Alex, no se apartaba de mi lado, sostenía mi mano con firmeza, sin embargo, se notaba inquieto, como si algo le preocupara, parecía necesitar salir y explotar. De hecho, era tan tétrica e intimidantes el aura que emitía, que nadie se atrevía acercarse a mí por el lado donde él estaba parado y nadie le levantaba la mirada. Las chicas se seguían acercando, todas me veían con esa expresión apenada. Por mi parte, me aguanté mis lágrimas, no soportaba que me vieran llorar, no quería terminar de despertar más, la compasión por parte de los presentes. — ¡Ava, el zapato!. — Sandro venía corriendo con el tacón que yo había largado en la mano. Apresurado, se agachó a mis pies para quitarme el tacón dañado, lo observó unos segundos y sin decir nada, salió corriendo nuevamente hacia el
Download by scanning the QR code to get countless free stories and daily updated books