Totalmente sorprendido, Emmanuel no sabe que decir. Cuando ve a doña Clementina parada en la puerta… De inmediato, Clementina le dice a Emmanuel: — Buenos días. — Buenos días señora. ¿Se le ofrece algo? — Es que ando como loca buscando a mi nieta, ¿será que usted la ha visto? Estoy preocupada. Carolina se acerca a la puerta. Cuando Emmanuel le contesta a Clementina: — No se preocupe señora, ella debe de estar cerca. — No, llevo rato buscándola y no aparece. — ¿Usted ya entro a Carrefour? Clementina mira hacia el supermercado, y le responde a Emmanuel: — No creo que este mercando, ella… ella le gusta mercar en las tardes. — Puede que hoy lo haya hecho en la mañana. — Voy a dar un vistazo, gracias joven. — De nada. En ese instante en que Emmanuel mira a Clem