Emmanuel se sorprende al ver a Nelson, y coge el hombro derecho del muchacho, y le dice: — Que gusto de verte de nuevo. — Lo mismo. Salma les dice a los dos: — Oh, ¿ustedes ya se conocían? Muy sonriente, Nelson le responde a su jefa: — El me compro un ramo de flores, y desde allí lo conozco. Emmanuel le dice a Salma: — Es que mi madre estaba cumpliendo años y quise regalarle un ramo de flores. Y me encontré con este encantador joven. Salma le expresa a Emmanuel: — Que buen detalle tuviste con tu madre. — Oh, si, a ella le encanta las flores… bueno, ya me voy, pero si me gustaría que conversáramos cualquier día. — Lo veo un poco improbable, pero bueno, que te vaya bien. Emmanuel se despide de Nelson y de Salma, y se va de la floristería. Barrio El Raval, Mali
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