“… Ay, amor mío, qué terriblemente absurdo es estar vivo, sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido…” Luis Eduardo Aute. **** Los padres de María Paz, entraron a la habitación de la jovencita, la abrazaron y besaron con cuidado de no lastimarla. La muchacha sollozando les comentó a sus padres sobre el accidente. —¿Cómo está Matt? En eso el joven ingresó en una silla de ruedas, también con un collarín y con varios moretones en el rostro. —Estoy bien princesa... ¿Cómo estás? —Algo adolorida por los golpes, sin embargo, me siento bien —respondió la muchacha feliz de ver a su amigo sano y salvo. Matt también dio su versión de los hechos tanto a los padres de Paz como a la policía. Los papás de María Paz, salieron de la habitación para que sus hermanos pudieran saludarla, Isabela y Sa