“…Un beso. La culpa fue del primer beso…” Dyango. *** María Paz hizo lo mismo con un caballero, mientras le sonreía y cruzaba miradas con su Duque, luego que la pieza terminó, ella se acercó a él. —Necesito que me ayudes a animar a estas personas, yo los visito todos los domingos, algunos son olvidados de su familia, les traigo alegría. Joaquín la observó con admiración. A lo largo de su vida había conocido a muchas mujeres, y cuando tuvo la edad de María Paz varias de sus amigas ya andaban en discotecas, bares, salían con chicos, pero la jovencita Vidal era distinta, prefería pasar con un grupo de ancianos que, con gente de su edad, y lo hacía por llevar alegría a esas almas olvidadas de sus familiares. —Pero esto está muy aburrido —comentó él—, voy a cambiar de música. ¿No hay lico