Realmente no era un mal chiste. Pablo se encontraba en España y justamente al lado del apartamento donde nosotras nos vamos a quedar a partir de ahora, ¿Coincidencia? No lo creo. Es evidente que él se está esforzando por seguir mis pasos, ignorando el hecho de que me atreví a apartar a mi madre biológica que recién descubro que existe, para evitar que las personas que están detrás de mí me encuentren. Pero lógicamente eso es algo que a él no le interesa y por eso ha venido hasta España, a perseguirme. Sin duda, eso fue demasiado osado de su parte. Deseando no enfrentarme a él, por ahora, me encierro en la habitación que será mía a partir de ahora a dormir un poco. —Evitarlo no va a resolver el problema, Alejandra. — Me dice Yohana mencionando mi nuevo nombre, uno del que aún no me adapt