Narra Paulina Lentamente me despierto sintiéndome un poco más descansada. Todos estos días había estado ocupada trabajando como doctora y como secretaria de Pablo, que no había podido descansar. Aunque todo ello lo había hecho porque deseaba sentirme útil, no puedo evitar sentirme demasiado agotada por todo lo que había estado realizando. Sin embargo, aunque me despierto, estirándome para poderme levantar, al llegar mi recuerdo de por qué estoy en mi cama, todo mi cuerpo se tensiona. — Oh por Dios, eso debe haber sido un sueño. — Suplico, pero cuando alejo, la sábana de mi cuerpo, confirmó que realmente ello sucedió. De inmediato, entró en pánico porque yo había estado mentalizada en que no iba a tener ese tipo de intimidad con Pablo. Pero, era evidentemente que me había equivocado a